Sánchez asume el 2% del gasto en defensa antes de 2029 arrastrado por la UE

El presidente del Gobierno compareció este jueves poco antes de la medianoche desde Bruselas para empezar a justificar ante la opinión pública y los medios españoles algo que será difícil de digerir para varios de sus socios parlamentarios: no sólo cumplir el compromiso de aumentar el gasto público en defensa hasta el 2% del PIB, sino además hacerlo antes de la fecha comprometida, que era 2029. Al menos hasta ahora.

Ya asume Sánchez, arrastrado por la inmensa mayoría de socios europeos, que tendrá que hacerlo antes, aunque intentará que la UE soporte la mayor parte de ese coste político y sobre todo económico, como se afanó en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo extraordinario en el que también participó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Sánchez reconoció que «tenemos que aportar más desde el presupuesto nacional», el mismo del que ahora carece para este año por falta de apoyos suficientes. No obstante, dejó claro que España aprovechara la relajación de las reglas fiscales en la UE para cumplir ese objetivo. Incluso adelantó que dará la batalla para que Bruselas se lo financie a golpe no sólo de préstamos, ya que considera «insuficientes» los hasta 150.000 millones de euros previstos por esta vía, sino también transferencias directas de Bruselas a cada país para ayudarle a cumplir sus compromisos nacionales. «Esto es un debate que vamos a dar», avanza ya Sánchez, que compara esta situación con la respuesta de la UE a la pandemia del coronavirus.

Consciente de la mala prensa que el gasto militar y además con un incremento tan considerable tiene entre sus aliados, incluido su socio de gobierno (Sumar), el presidente insistió en que «todos tenemos que hacer un esfuerzo» por «asumir nuestra responsabilidad en seguridad y defensa». Incluso presumió de que desde su llegada a La Moncloa el gasto en este apartado ha crecido «un 10% al año» y de que España es el décimo contribuyente neto de la OTAN. Lejos quedaron los tiempos en los que hacía campaña proponiendo eliminar el Ministerio de Defensa.

En la rueda de prensa posterior a la cumbre extraordinaria en la capital comunitaria, Sánchez asumió que toca hacer «un esfuerzo anticipado» respecto a lo que se había comprometido España. «Por tanto, la respuesta es sí», reconoció al ser interrogado sobre aumentar y acelerar la inversión en seguridad y defensa. Añadió que trasladará esta postura al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo (PP), y al resto de grupos parlamentarios con los que se reunirá el próximo jueves, todos menos Vox.

Así, Sánchez se suma a la propuesta de la Comisión Europea, que ha planteado nuevas herramientas, entre ellas flexibilizar las reglas fiscales de los Estados miembros para invertir «más y mejor» y hacer un diagnóstico común de las capacidades que necesita la UE en su conjunto.

«La cláusula de escape es un instrumento que creo que vamos a utilizar todos los gobiernos», pronostica el presidente español, que ya avanzó anoche su «interés» en activar este mecanismo pactado por los líderes europeos.

Por contra, Sánchez rechaza de plano la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para destinar Fondos de Cohesión a proyectos de defensa: «Los Fondos de Cohesión son para el desarrollo territorial y social de las comunidades autónomas», descartó el socialista.

Como ya había hecho a su llegada a esta cumbre europea, Pedro Sánchez no quiso comentar la posibilidad de enviar soldados europeos, incluidos españoles, a Ucrania para mantener la paz tras el hipotético final de una guerra que dura ya más de tres años. Eso es «muy prematuro», reiteró el presidente español para insistir en que «ahora no estamos en eso».