Podemos anuncia su voto en contra y pone en peligro el acuerdo «antiinmigración» de PSOE y Junts

El pacto entre socialistas y neoconvergentes supone entregar a Cataluña la presencia de los Mossos en las fronteras y la devolución en caliente de inmigrantes, además de ceder el control integral de los centros de internamiento de extranjeros. Algo que en la práctica equivale a la antesala de la exclusión de la Generalitat del reparto de menores inmigrantes no acompañados, que aún ultima el Ministerio de Juventud e Infancia con los partidos políitcos y las comunidades autónomas.

Al tratarse de una ley orgánica, es necesaria la mayoría absoluta de la Cámara Baja (la mitad más uno, esto es, 176), en una votación final sobre el conjunto del texto. Llegados a este punto, y una vez más, se tornan indispensables los votos de Podemos dada la compleja aritmética parlamentaria actual. Sin sus cuatro diputados –al principio de la legislatura, cinco e integrados en Sumar y no en el Grupo Mixto– socialistas y neoconvergentes no sacarán adelante su norma, que se quedaría a un voto de la mayoría absoluta (en 175).

Todo ello, en el hipotético caso de que el PSOE logre atar el apoyo de todas las fuerzas que respaldaron en su día su investidura. Por formaciones, PSOE (121), Sumar (27), ERC, (7), Junts (7), EAJ-PNV (6), EH Bildu (5), BNG (1) y Coalición Canaria (1), que ya ha mostrado ciertos recelos al igual que los republicanos de Oriol Junqueras si bien no desvela cuál será el sentido de su voto. En Sumar, socio minoritario del Ejecutivo de coalición, tampoco se da aún un posicionamiento unánime de todas las organizaciones que componen el espacio pese al firme respaldo de su líder, Yolanda Díaz, a esta nueva cesión de Sánchez al separatismo catalán. Es un traspaso de competencias «justificado», que se ajusta a la legalidad constitucional y que garantiza el respeto a los derechos humanos, dijo la vicepresidenta segunda. Unas palabras que le valieron el señalamiento de Belarra, que la acusó de volver a «mimetizarse» con las tesis del PSOE.

Los comunes y Compromís se muestran a favor de ceder competencias a Cataluña a diferencia de que los valencianos reivindican aprovechar la iniciativa para cerrar los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) que ahora también pasarían a manos de la Generalitat catalana que capitanea el socialista Salvador Illa con el permiso de los comunes y los republicanos. Aún así querrían ver primero la letra pequeña del pacto PSOE-Junts. Más Madrid, también. Pero los de Mónica García ven desde un inicio «mala idea» y un «mal precedente» el acuerdo migratorio, ha señalado su portavoz, Manuela Bergerot. «Puede que derive en una competición entre las comunidades autónomas por quien aplica políticas más xenófobas», plantea.

No obstante, Podemos estaría dispuesto a negociar con los socialistas si primero se aprueba la Iniciativa Popular Legislativa (ILP) para regularizar a medio millón de extranjeros y Junts demuestra que no va a aprovechar para desplegar políticas «raciastas», señaló Belarra en declaraciones a 'Canal Red', la tele de Pablo Iglesias. No sería la primera vez que los morados amagan con torpedear una norma y después pactan 'in extremis' con el PSOE como ocurrió con el paquete fiscal a finales de noviembre del año pasado cuando el Ejecutivo logró aprobar su reforma tras atar a la formación morada, que cedió con una incierta promesa de gravar a las energéticas que aún a día de hoy no se ha materializado en nada. En el extremo contrario, tampoco lo sería que consumaran su amenaza. Ya ocurrió con el subsidio de desempleo.