Denuncian que faltan el 40% de los sanitarios en las cárceles madrileñas
El sindicato CSIF afirma que el déficit mayor se da en la prisión de Estremera, la más nueva, donde no hay ningún médico
Funcionarios de prisiones denuncian la masificación de enfermos mentales en la cárcel de Valdemoro

El sindicato CSIF Prisiones Madrid denuncia que existe que falta una media del 40% de personal sanitario en los centros de la región, que son siete. Y pone especial énfasis en la problemática de enfermos mentales que hay en estas cárceles, lo que agrava la situación.
Según Sergio García, funcionario y portavoz de CSIF Prisiones Madrid, uno de cada tres presos sufre algún trastorno mental, a tenor de los datos de la Sociedad Nacional de Psiquiatría Legal. Se queja de la «preocupante escasez» de estas plantillas de profesionales: de un total de 173 plazas de personal sanitario, 69 están vacantes, «lo que compromete gravemente la atención médica, la gestión de enfermedades mentales y la seguridad en los centros penitenciarios tanto para funcionarios como internos»: «La figura del psiquiatra penitenciario no existe en las cárceles de Madrid, sino que viene un psiquiatra de la calle una vez a la semana a cada centro para ver a una población reclusa de casi mil internos por cárcel».
Así se divide esa carestía: en el Centro Penitenciario Madrid I (Alcalá Meco-Mujeres), es del 28 % en las plazas de enfermeros; en el Madrid II (Alcalá-Meco-Hombres), la carencia más preocupante afecta a los médicos, con un déficit del 88 %, ya que, de las 8 plazas disponibles, solo una está cubierta..
En Aranjuez y Soto del Real, «únicamente 3 de las 8 plazas de médicos están ocupadas, lo que supone un déficit del 63%: »La situación más grave se registra enEstremera, donde no hay ninguna plaza cubierta de médico, lo que representa un déficit del 100%«.
A juicio de CSIF, «los déficits de personal afectan de manera significativa a la atención de los internos con enfermedades mentales, que constituyen una proporción creciente de la población penitenciaria»: «Algunos de los trastornos mentales graves a los que se enfrentan los profesionales penitenciarios son trastornos psicóticos, bipolaridad y esquizofrenia, que requieren tratamiento constante; y aumento de intentos autolesivos debido a la falta de apoyo psicológico y psiquiátrico adecuado«.
La insuficiencia de recursos sanitarios impide un tratamiento y una reinserción adecuada, añade García, quien incide en que «esta falta de atención vulnera derechos fundamentales de los internos».
Desde Instituciones Penitenciarias explican a ABC que en Estremera hay tres médicos prestando servicio (dos interinos y una subdirectora médica) y que hay una oferta pública de empleo para los cuerpos de facultativos, enfermeros y ayudantes.
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