Los pueblos de Madrid rural ganan un 6% de vecinos en 2021
El año pasado, cinco de los 78 municipios con despoblación en 2018, superaron la barrera de los 2.500 habitantes

La bucólica vida campestre, rodeados de naturaleza y con el soniquete de los cencerros del ganado como sonido ambiente, se ha convertido en el telón de fondo favorito de muchos urbanitas que, a raíz de la implantación del teletrabajo a consecuencia de la pandemia, han ... descubierto nuevas posibilidades de vida fuera de las grandes ciudades. Esta tendencia, especialmente pronunciada tras el confinamiento de marzo a mayo de 2020, se ha visto afianzada por las políticas de fomento del Madrid rural llevadas a cabo desde el Gobierno regional. Y el cóctail de estos elementos comienza a dar sus frutos: un crecimiento de la población de los pequeños municipios del 3 por ciento en 2020, que se ha duplicado, hasta alcanzar el 6 por ciento, en 2021.
Los datos los aporta un informe elaborado por la Fundación General de la Universidad Politécnica de Madrid, para la Dirección General de Reequilibrio territorial, que forma parte de la Consejería de Administración Local y Digitalización que dirige Carlos Izquierdo. De acuerdo con los mismos, en los municipios pequeños –considerados así los que tienen menos de 2.500 habitantes–, la población pasó de 75.254 personas en el año 2019, a 77.422 en 2020, y esta tendencia creciente se ha consolidado en 2021, cuando se han alcanzado los 82.023 vecinos, un 6 por ciento por encima del año anterior .
Teletrabajo
Son residentes en muchos casos jóvenes, que llegan en busca de espacio y naturaleza sin renunciar a las comodidades de la metrópoli. Su llegada ha dado lugar a la puesta en marcha de servicios como los locales de 'coworking ' que se abrieron en Puebla de la Sierra, una de las aldeas más pequeñas de la Comunidad de Madrid, con apenas 65 habitantes.
El informe señala que, antes de la llegada de la pandemia, la dinámica de crecimiento en estas localidades era prácticamente igual. Pero tras el Covid y sus consecuencias –entre ellas, la extensión del teletrabajo –, algunas zonas y algunos pueblos han experimentado un crecimiento mayor.
Es el caso de Gargantilla de Lozoya y Pinilla de Buitrago, dos pequeñísimas localidades donde s e han registrado subidas del 49 por ciento ; El Atazar –con crecimientos del 24 por ciento– o Alameda del Valle y Madarcos –que han contabilizado subidas del 21 y el 20 por ciento, respectivamente.
En el Gobierno regional, entienden que la mayor atracción que están generando estos municipios rurales para los urbanitas tiene mucho que ver con el programa de cien medidas de la Estrategia para la Revitalización de Municipios Rurales . Está pensada expresamente para los 78 municipios madrileños de menos de 2.500 habitantes. Y según aseguran fuentes de la Consejería, de las cien medidas, 76 ya están finalizadas y quedan 24 en ejecución.
Estas medidas pasan por facilitar las conexiones a internet , dotar a los pueblos de servicios y atenciones sanitarias y educativas, mejoras medioambientales, incremento de la oferta cultural, fomento del empleo y de las actividades de ocio y turismo, además de las deportivas o facilitar los medios de transporte adecuados para estos residentes. En definitiva, la Estrategia persigue que todos los vecinos de la Comunidad de Madrid puedan gozar de servicios equivalentes.
El transporte, por ejemplo, ha sido uno de los hándicaps de estos emplazamientos. Medidas como los taxis a demanda y los autobuses a demanda se pensaron, precisamente, para facilitar estas situaciones. Otra de las líneas de trabajo que se han llevado a cabo ha sido la de convertir estas localidades en espacios atractivos para implantar actividades económicas que creen empleo.
Aunque decir Comunidad de Madrid es pensar inmediatamente en la capital del Estado, y en su corona metropolitana –con ciudades como Móstoles o Fuenlabrada, con 200.000 habitantes, muy por encima de la mayoría de las capitales de provincia españolas–, la región cuenta con un importante número de pequeños municipios rurales , algunos con apenas cuatro decenas de habitantes.
La primera comunidad con Estrategia
Madrid fue la primera comunidad autónoma que puso en marcha la Estrategia para la Revitalización de Municipios Rurales, cuyos primeros frutos comienzan a recogerse ahora, en este incremento de la población que lleva ya dos años experimentándose .
En 2021, cinco de los 78 municipios afectados por la despoblación en 2018, (año de la puesta en marcha de la Estrategia), consiguieron superar la barrera de los 2.500 habitantes. Se trata de Bustarviejo (2.522), Los Santos de la Humosa (2.694), Navalagamella (2.637), Pelayos de la Presa (2.676) y Villamanta (2.605), que han incrementado sus censos gracias a la implementación de estas medidas.
En el lado opuesto, solamente cinco municipios han presentado pérdidas en sus poblaciones: La Acebeda (13 vecinos menos), Patones (misma cifra), Piñuecar-Gandullas (cuatro residentes menos), Valdepiélagos (idéntica cifra) y Villanueva de Perales (que ha perdido 29 vecinos). Entre las razones que pueden haber impulsado este crecimiento poblacional, señalan en la Consejería, están «la búsqueda de entornos más naturales alejados de las grandes aglomeraciones de personas; la mejora en el nivel de vida en los municipios pequeños; o la posibilidad de ejercer una profesión de manera telemática».
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