La Justicia expulsa al okupa de una mansión de tres millones en Palma
El hombre se instaló en el chalé tras una noche de fiesta y permaneció allí año y medio
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Se fue de fiesta una noche y acabó viviendo a cuerpo de rey en una mansión de tres millones de euros. El okupa no escatimó en recursos para vivir a todo tren en su nueva morada: contrató un servicio de limpieza, instaló una alarma para evitar la entrada de (otros) intrusos y llenó la piscina para tener todas las comodidades. También robó un pitbull para vigilar su lujosa vivienda. Y un poni que sustrajo de una conocida granja y que trasladó con una furgoneta alquilada hasta 'su' jardín.
El protagonista de esta historia, un español de 21 años, asaltó en mayo de 2022 una lujosa villa de 762 metros cuadrados, propiedad de un holding radicado en Luxemburgo. Vio que estaba deshabitada y volvió al día siguiente para cerciorarse. Nadie dentro: lista para entrar a vivir. Así fue como se instaló en Son Vida, el barrio más exclusivo de Palma, conocido como el 'Beverly Hills' de la capital balear, rodeado de vecinos adinerados. Una casa con cuatro dormitorios y cuatro baños, piscina, trastero, garaje y más de 5.300 metros de parcela.
Este episodio 'premium' de la ocupación acabó el pasado lunes 20 de noviembre por orden judicial. Un juzgado de Palma logró expulsar al okupa y a otros cuatro amigos, a quienes se les identificó gracias a la investigación de unos detectives privados contratados por el lícito propietario. El ilegítimo inquilino apuró hasta el último momento para abandonar la villa que ha quedado en un estado penoso, prácticamente destrozada. Ahora, el ocupa se enfrentará a un juicio y está acusado de un delito de usurpación.
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El abogado del dueño, Josep Zaforteza, recuperó el dominio del inmueble más de un año después del litigio. Acompañado por agentes de seguridad, el letrado mallorquín acudió al chalé de Son Vida, con el auto donde se restituye la posesión en mano , e instaló una nueva alarma de seguridad para evitar una nueva ocupación del inmueble. Desde fuera de la villa se aprecian las ventanas tapiadas y un coche destartalado en mitad del jardín, abandonado por el inquilino okupa, además de una enorme antena parabólica en la casa.
Robó un pitbull y un poni
El Juzgado de Instrucción número 6 de Palma dictó una requisitoria de un proceso de desahucio ordenado. La jueza Rosa Mas pidió el título al okupa y sus acompañantes, que no pudieron acreditar ningún contrato de alquiler ni de propiedad. La base para resolver este caso fue el informe de un detective privado. Personal del grupo Cabanach identificó a los okupas gracias a las matrículas de los vehículos que éstos empleaban para entrar y salir de la casa. Esta información aportada a la Policía permitió citar a declarar a los habitantes del chalé, donde acabaron viviendo cinco personas: el okupa y cuatro amigos.
Durante semanas, el intruso se ocultó para evitar ser identificado y burlar así el procedimiento de desalojo de la propiedad, iniciado a raíz de una querella por parte del dueño del inmueble. El okupa acumula un estrambótico historial delictivo. Fue detenido el pasado mes de agosto por robar un poni en el Safari Zoo de Sa Coma de Sant Llorenç, que visitó con su pareja y la hija de ésta. Al parecer, a la niña se le antojó llevarse al animal a su casa como mascota y el hombre no dudó en subirlo en una furgoneta de alquiler y trasladarlo hasta el jardín de su mansión usurpada.
Tras la pertinente denuncia, la Guardia Civil recuperó al equino en el jardín del chalet de Son Vida, tal y como publicó el diario 'Última Hora'. También robó el pitbull a una mujer en plena calle mientras su dueña lo paseaba por Palma y llegó a arrastrar por el suelo a la mujer para apoderarse del can, aunque lo devolvió el día después al recibir amenazas de la familia de la víctima. Sin poni, sin pitbull y sin mansión, el joven se enfrenta a un juicio por un delito de usurpación. En caso de condena todo quedará en una multa.
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