Un geólogo sostiene ante la juez de la dana que había información para actuar y critica que la alerta fue «confusa»
El testigo-perito ha incidido en que el 29 de octubre había suficientes datos y protocolos disponibles para evitar las muertes por las inundaciones
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Un ingeniero geólogo que ha comparecido como testigo-perito ante la juez que investiga la gestión de la dana del 29 de octubre ha aseverado que «era obvio que se podría haber avisado antes a la gente» y que con la situación grave que se vivió en Utiel y Chiva se tendría que haber previsto que toda ese agua «iba a bajar» hacia la comarca de l'Horta Sud.
Alberto Martínez, con un máster en planificación y gestión de riesgos naturales por la Universidad de Alicante, ha acudido a declarar este martes ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Catarroja.
Según fuentes conocedoras de la comparecencia, que ha durado alrededor de dos horas, el experto ha indicado que en foros de meteorólogos en internet se venía comentando desde días atrás la posibilidad de un episodios de lluvias con una torrencialidad histórica.
«No hace falta ir a Harvard para saber que la lluvia peligrosa es la que viene de las montañas» y que iba a producir el desbordamiento del barranco del Poyo, ha aseverado, porque se sabe por dónde va a bajar. «Hubo tiempo» para actuar porque sólo había que pedir a las personas que subieran a pisos de arriba, ha lamentado, «no desalojar el pueblo». Al mismo tiempo, ha criticado que se haya urbanizado en zonas inundables y que no se eduque a la población para no bajar a los garajes en este tipo de situaciones.
De acuerdo con su criterio, la alerta que llegó a los teléfonos móviles de la población a las 20.11 horas fue «confusa», además de tardía, pues se debería haber enviado cuando Aemet activó el aviso rojo. En ese sentido, ha comentado que, a raíz de la dana de 2019 en la comarca de la Vega Baja, que también provocó graves inundaciones, la Universidad de Alicante desarrolló una biblioteca de mensajes para emitirlos con el sistema ES-Alert, para no perder tiempo en su contenido.
Sobre las obras no realizadas que podrían haber evitado la catástrofe, el testigo-perito ha quitado hierro a esa tesis, pues ha explicado que algunos de esos proyectos fueron diseñados para una avenida de agua mucho menor. Por ejemplo, ha citado que la presa no construida en Cheste se habría llenado antes de las 19 horas y habría corrido riesgo de romperse.
Más tarde, en declaraciones a los medios a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Valencia, el geólogo ha mostrado su indignación por las 228 muertes y ha destacado que «los protocolos están» y «está todo planificado, sólo había que seguir la propia normativa de la Generalitat».
En ese sentido, ha asegurado que él mismo avisó a un amigo suyo del peligro del barranco en Paiporta a las 18.50 horas de aquella fatídica jornada, con los datos existentes en ese momento de Aemet y la Confederación Hidrográfica del Júcar, así como las imágenes de Chiva que estaba retransmitiendo la televisión valenciana À Punt. No obstante, ni su amigo ni los padres de éste estaban entonces en la localidad gravemente afectada.
La previsión meteorológica se conocía desde días anteriores, ha comentado, y la información «estaba disponible a disposición de todos» en tiempo real en internet. Según ha relatado, él mismo dijo ese día a sus compañeros y alumnos del instituto de Aldaia en el que trabaja -ubicado en una zona inundable- que no deberían haber acudido al centro con las alertas que había activas.
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