Confiesa que ha matado a su mujer en Burgos tras denunciar su desaparición
El cadáver de Andrea, de 34 años, era localizado «muy bien oculto» semienterrado a 40 kilómetros
De origen colombiano, llevaban en la ciudad unos diez años y tenían un hijo de siete
La violencia de género ha dejado 1.862 huérfanos desde 2003

Fue él mismo quien presentó la denuncia con la supuesta desaparición de su mujer y ya desde ese momento hubo «matices» que a los agentes de la Policía Nacional de Burgos les sonaron raro. No encajaban. Así que el foco principal para dar con el paradero de Andrea Bejarano se ponía sobre su propia pareja, Jaime V.. Por desgracia, la sensación de los policías estaba en lo cierto: la marcha no había sido voluntaria y su marido había sido el responsable de que a la esposa se le hubiera perdido la pista, según su declaración, el domingo.
El lunes arrancaba la investigación y en la medianoche del martes al miércoles, el hombre confesaba que la había matado y también que había tratado de ocultar el cuerpo. Sobre las tres de la madrugada, el cadáver de Andrea, de 34 años, era localizado en el lugar que había señalado: un paraje boscoso de Salinillas de la Bureba. Según su declaración, le quitó la vida en el domicilio que esta pareja de origen colombiano compartía en la carretera de Poza de la capital burgalesa. Desde ahí, trasladó el cadáver a unos 40 kilómetros al norte de la capital.
El lugar para deshacerse del cuerpo -que fue hallado semienterrado junto a una encina- no lo eligió al azar. Según detallaron ayer el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, y el subdelegado en Burgos, Pedro de la Fuente, escogió «un espacio que parece ser que los dos querían, que los dos habían apreciado» porque «les había gustado en su momento». Un punto a unos siete kilómetros de las casas, dejando a un lado la carretera y tomando rumbo por un camino de tierra.
Ambos tenían en común un hijo de siete años que ha quedado huérfano de madre. Jaime no tenía intención de que su cuerpo fuese encontrado pronto, pues «estaba muy bien oculto», pero el trabajo de la brigada policial lograba hallar los restos, con la confesión del hombre ya en la mano. Y es que «desde el primer momento se sospechó que aquello no iba por el buen camino». Que había algo que no cuadraba en la denuncia de la desaparición de Andrea, cuyo búsqueda incluso se había activado a través de plataformas web.
Sin antecedentes policiales previos, Jaime, de 42 años, trabaja en el Ejército, en la base de Castrillo del Val. «No» constan denuncias por violencia de género, aunque al parecer la pareja -que lleva diez años «perfectamente situados y arraigados en Burgos»- estaba en trámites de separación. «Con total seguridad una desavenencia conyugal», apuntó De la Fuente, sería el desencadenante del crimen. Técnico de laboratorio clínico en el servicio de Microbiología y Parasitología del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), a los compañeros de Andrea ya les resultó raro que el lunes no acudiese a trabajar. «No sabíamos el qué, pero pensábamos que había pasado algo; lo que no queríamos es que hubiese pasado esto», lamentaba ayer la supervisora del departamento, Amparo García, a las puertas del complejo sanitario, donde guardaron un emocionado minuto de silencio.
'Tus compañeros de laboratorio nunca te vamos a olvidar' rezaba la pancarta, con una fotografía sobrepuesta de la mujer, con la que recordaron a quien se ha convertido en la primera víctima mortal de la violencia machista en Castilla y León este año. La 65 desde que en 2003 arrancó esta estadística. «Era una persona que la queríamos mucho, porque era muy agradable al trato, nunca la veías de mala cara, siempre venía sonriente», recordaba Amparo.
Ese mismo día se había comprometido a cubrir un rato a otra compañera que llegaría más tarde, pero Andrea nunca llegó. Su pareja y presunto verdugo seguía ayer al cierre de esta edición en dependencias policiales investigado como supuesto autor del crimen. Por la tarde, los agentes acudieron de nuevo al paraje en el que fue hallado el cuerpo sin vida de la mujer para buscar más pistas sobre lo ocurrido.
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