Felipe VI renueva su compromiso con la integridad y la Constitución

La Familia Real presenció desde el balcón el relevo solemne de la Guardia Real, donde participaron 359 guardias reales y 86 caballos, que llegaron hasta el Patio de la Armería desde la madrileña Plaza Mayor. A primera hora, centenares de ciudadanos formaron colas en la residencia oficial de los Reyes en el centro de Madrid. Solo unos afortunados, los primeros en llegar, pudieron acceder al Patio de la Armería, ataviados con sombreros de paja con la bandera de España y pequeñas banderitas, que no pararon de agitar en una mañana en la que pudieron estar cerca de los Reyes y sus hijas, a quienes ovacionaron desde las gradas con vivas al Rey, a la Familia Real y a España.

A las 11.20 horas, la Familia Real llegó al Palacio. Tras presidir la parada militar, se dirigieron al balcón que da a la plaza de Oriente, donde saludaron a todos los ciudadanos que no habían podido acceder a la plaza de la Armería. Bajo los ventanales de su residencia oficial, leyeron un ‘Felicidades’ enorme, decorado con flores que formaban la bandera de España.

Felipe VI quiso celebrar el día de su proclamación con los ciudadanos y con los representantes de instituciones y organismos con rango constitucional, tanto los actuales como los que han desempeñado estas funciones a lo largo de sus diez años de reinado.

Más de un centenar de invitados acudieron a la cita de los Reyes. Tras el saludo inicial en la Saleta Gasparini, pasaron al Salón de Columnas, donde el Rey entregó a 19 españoles -cada uno procedente de una comunidad autónoma y de las ciudades de Ceuta y Melilla-, las medallas de la Orden al Mérito Civil, una condecoración con la que Don Felipe puso en valor su «esfuerzo, trabajo y actitud». «La Corona se debe a la sociedad y por eso hoy sois vosotros los protagonistas», les dijo. Y añadió: «Promovéis las mejores virtudes cívicas que revierten en beneficio del conjunto de la sociedad y refuerzan nuestra convivencia democrática».

El Rey ensalzó los valores de la sociedad española, de la que se siente «orgulloso» y destacó la importancia de la unidad de España como «el mayor valor que tenemos: «Porque una sociedad fuerte y cohesionada es capaz de hacer frente a cualesquiera desafíos que puedan sufrir».

Don Felipe renovó el compromiso que hizo con los españoles el 19 de junio de 2014 ante las Cortes Generales, cuando afirmó que él encarna «una Monarquía renovada para un tiempo nuevo» y que siempre actuaría de acuerdo a los principios de la Carta Magna. Y así lo ha afirmado de nuevo: «A la Constitución y a sus valores me he ceñido y me ceñiré siempre en el cumplimiento de mis responsabilidades».

«Hoy me reafirmo con entusiasmo y determinación en aquel compromiso que ha permeado cada gesto y cada palabra en la década transcurrida, en la que he procurado que este propósito se consolidara en todas mis actuaciones como Jefe del Estado», destacó el Rey, al tiempo que declaró que «siempre» ha creído «en la importancia de ser coherente con los compromisos asumidos».

Al hacer un repaso a estos diez años, en los que realizó una serie de cambios en la Corona en materia de ejemplaridad y transparencia para elevar la institución a los más altos estándares de calidad y prestigio -mientras continuaba con sus responsabilidades como árbitro y garante de la unidad de España al frente de la Jefatura del Estado-, Don Felipe recordó la importancia de «ser fieles a nuestros principios y valores en todas nuestras decisiones y actos». Eso implica, según declaró, «esforzarse en escuchar, en discernir lo que es correcto de lo que no lo es, y en actuar de forma responsable con ese discernimiento, asumiendo incluso el coste personal que ello pueda conllevar», dijo, en una clara alusión a la ruptura institucional con Juan Carlos I en el verano de 2020 y al distanciamiento con la Infanta Cristina, a quien revocó su título de duquesa de Palma en 2015 tras el caso Nóos.

«Coherencia e integridad son los criterios sobre los que deben basarse siempre los actos de la Corona y el ejercicio de las funciones que la Constitución le encomienda a la Jefatura del Estado. La Corona contribuye así, por su vocación integradora, a la estabilidad de nuestro sistema institucional y a la cohesión de nuestra sociedad», explicó Don Felipe.

Para su encomienda, agradeció «el gran apoyo» de Doña Letizia por su «voluntad, dedicación y sensibilidad»: «Su actividad institucional ha contribuido enormemente a dar visibilidad y atención a las necesidades de las personas, especialmente las más vulnerables».

Don Felipe destacó también «el creciente apoyo» de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía: «Queremos que este sea también un aniversario especial para ellas. Junto a los jóvenes de su generación, han empezado a vivir y comprender -con necesario espíritu crítico y afán de aprendizaje- las realidades de nuestra vida colectiva y las complejas dinámicas del mundo».

Después de poner en valor la continuidad de la Corona en las figuras de sus herederas, Felipe VI cerró su balance, «con serenidad y perspectiva», diciendo que «durante estos años, el servicio, el compromiso y el deber han sido los pilares de mi desempeño como Rey». Y ese es el lema de este aniversario: ‘Servicio, compromiso y deber’.

Frente a él, 19 ciudadanos anónimos no daban crédito a lo que estaban viviendo, como expresó José Luis Quiñones, fundador de Entre Encinas y Estrellas, una empresa de Frenegal de la Sierra (Badajoz) que se dedica al turismo astronómico y al alojamiento de telescopios robóticos. «En todo momento me he cuestionado por qué he recibido esta medalla. Yo soy una persona normal y corriente, como un montón de españoles que trabajan duro todos los días. Es un honor y una responsabilidad porque represento a mucha gente que se merece este reconocimiento», afirmó.

Lo mismo pensó Abdelkader Chaib Haddu, quien comenzó a trabajar desde muy joven como peón de obra y ahora preside la Asociación Cultural Al Idrissi, desde donde fomenta la convivencia e integración entre las gentes de las cuatro culturas en Ceuta. En la mesa imperial, le tocó sentarse junto a Pedro Sánchez, con quien habló «todo el tiempo de fútbol». El presidente del Gobierno acudió junto a su mujer, Begoña Gómez, pese a que en estos momentos está siendo investigada por la Justicia.

El expresidente Mariano Rajoy acudió junto a su mujer, Elvira Fernández. Asistió también el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien como jefe de la diplomacia española es el gran canciller de la Orden del Mérito Civil.

Estaba la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol; el presidente del Senado, Pedro Rollán; el presidente del Tribunal Constitucional, Candido Conde-Pumpido; y el del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte. Sus antecesores desde 2014 también asistieron, como Jesús Posadas, Pío García-Escudero, Francisco Pérez de los Cobos o Carlos Lesmes, entre otros.

A la celebración del aniversario no asistió la Reina Sofía -aunque es miembro de la Familia Real-, quien hoy tiene un acto el Almería. Tampoco hubo noticias de Juan Carlos I, que recibió una carta de felicitación de Don Juan cuando cumplió diez años al frente de la Jefatura del Estado.

Durante el brindis, el Rey explicó que en la mesa imperial del Salón de Gala no se había seguido el orden protocolario habitual porque querían alternar a los condecorados y las autoridades. Agradeció a todos su presencia y la labor de los 19 condecorados, por su «ejemplo» y por ser «una inspiración».