PUERTO
El crucero más antiguo (y enigmático) hace escala en Canarias
El Sea Cloud fue barco de recreo, embajada flotante, buque militar, yate de dictador, barco escuela, embarcación en ruina y ahora, un crucero cargado de curiosidades

El Puerto de La Luz y de Las Palmas recibe hoy a un conocido «camarada», el crucero más antiguo del mundo, que a lo largo de sus 90 años de trayectoria ha logrado reunir las historias más asombrosas y enigmáticas a bordo.
El Sea Cloud (de Sea Cloud Cruises, consignado, de nuevo, por Marmedsa, es un velero motorizado que viaja con la vitola de ser el crucero más antiguo del mundo. Entró en servicio en 1931, más de noventa años, aunque varias reformas le han permitido mantenerse en forma hasta hoy.
El Sea Cloud es habitual de la isla, donde encontró refugio durante la crisis sanitaria de la Covid-19 que obligó a los cruceros a descansar un año en puerto.
Viajan a bordo tantos pasajeros como tripulantes (60), que disfrutan de este crucero, que fue buque de guerra de la marina estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, y el primer navío en integrar una tripulación multirracial.


Como narra Jacobo Corcujeira en el diario local La Provincia, el Sea Cloud ha tenido propietarios «muy dispares», como una millonaria que popularizó las comidas congeladas tras descubrirlas a bordo, un dictador cuyo cadáver embalsamado viajó de incógnito en una de sus bodegas después de su asesinato y hasta la Marina estadounidense, que lo utilizó como patrullero durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue barco de recreo, embajada flotante, buque militar, yate de dictador, buque escuela, una ruina a punto de hundirse y ahora un crucero diferente y cargado de curiosidades.
Con un dictador en su bodega
A bordo del Sea Cloud viajaron millonarios, celebridades y diplomáticos a finales de los 30 y principios de los 40. En 1955 cayó en manos del dominicano Rafael Leónidas Trujillo y fue rebautizado como Angelita, aunque el nombre no le duró demasiado ya que el dictador fue asesinado en 1961.
En esta residencia flotante huyó la familia del líder, zarpando cargado de objetos valiosos, una cantidad indeterminada de dinero y hasta el cadáver del presidente en la bodega.

Tras esta debacle política y pasar por varias manos, estuvo cerca de hundirse por falta de mantenimiento, hasta que una reforma integral lo devolvió a su estado original. El buque renació en 1979 y se puso de nuevo en funcionamiento. Al haber sido diseñado originalmente como yate privado, algunos de sus camarotes atesoran chimeneas, lavabos con mármol de Carrara o detalles únicos con muebles originales diseñados especialmente para el buque.
Con 3.000 metros cuadrados, este crucero cargado de historia y de anécdotas es una experiencia diferente para sus pasajeros.
Temporada intensa de cruceros
Son precisamente los veleros con historia, además de ofertas más convencionales a bordo de buques de lujo, quienes protagonizan las primeras escalas de cruceros de noviembre en Las Palmas de Gran Canaria, en un mes que será especialmente intenso en la ciudad en lo que atañe al tránsito de grandes buques de recreo. Hasta cinco barcos han atracado en el Muelle Santa Catalina entre viernes y domingo.
El viernes llegó el Emerald Princess (de Princess Cruises, consignado por Hamilton & Cía), que abandonó ya el archipiélago desde Santa Catalina para zarpar por la tarde rumbo a Southampton.
El sábado 4 de noviembre arribó el Star Clipper (de Star Clippers, consignado por Marmedsa): un espectacular velero con 30 años de servicio activo, con bandera de Malta y concebido para aquellos viajeros amantes de la navegación a la antigua. Los barcos de esta naviera son réplicas de navíos históricos, que ofrecen una experiencia diferente de turismo, sin una agenda de actividades definidas por horarios. En este caso, el Star Clipper tiene capacidad para 170 pasajeros, con 70 tripulantes a bordo. Su escala será de embarque y desembarque de pasaje.
En la misma jornada del sábado llegó el Silver Moon (de Silversea Cruises, consignado por también Marmedsa): un barco de proporciones medianas, con 600 pasajeros a bordo y más de 400 tripulantes. Inaugurado en 2021, este nuevo buque de Silversea Cruises es un navío de súper lujo con una oferta gastronómica de alto nivel.
Hoy domingo, Santa Catalina tiene una operación de embarque y desembarque de pasajeros: la del AIDAnova (de AIDA, consignado por Pérez & Cía), un clásico ya en La Luz, que esta vez llega procedente de Kiel (Alemania) y zapará por la noche rumbo a Funchal (Madeira). También pasarán por el puerto de La Luz el Mein Schiff 4, y el Marella Explorer, otro habitual de Las Palmas de Gran Canaria durante las últimas temporadas de invierno.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete