El apoyo de España con condiciones al nuevo régimen de Siria: 10 millones de euros a cambio de un proceso político pacífico
Albares se compromete con el nuevo hombre fuerte de Siria a apoyar el levantamiento gradual de las sanciones de la UE
La bandera de España vuelve a ondear en la embajada de Siria, trece años después

En el Palacio del Pueblo, en Damasco, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se ha reunido este jueves con Ahmed al Shara, el líder del grupo yihadista Hayas Tahrir al Sham (HTS), que derrocó a Bashar al Assad el pasado 9 ... de diciembre y que ahora encabeza el cambio político en Siria.
Durante su reunión con Al Shara, que ha durado una hora, Albares le ha trasladado la intención de España de apoyar su proyecto en Siria, siempre y cuando él, como presidente de facto, se comprometa a que la transición política sea pacífica y el proceso político, inclusivo. Para ello, existen unas líneas rojas –las mismas que ya le han exigido otros países de la UE que han venido antes, como Alemania, Francia e Italia– que son el respeto a las mujeres y a las minorías étnicas y religiosas.
«Mi presencia hoy en Damasco es un signo de esperanza y apoyo político a la muy incipiente transición política en Siria», ha afirmado Albares en una rueda de prensa posterior a su reunión con Al Shara. Esta transición, según el ministro, estará marcada «por la celebración de un diálogo nacional sirio en el que se espera que participen 1.500 personas para que el pueblo tenga participación en el nuevo Gobierno».
Después de los «años muy duros» que Siria deja atrás, el jefe de la diplomacia española ha destacado que España acompañará a Siria en esta transición, que «debe ser rápida y tiene que desembocar en unas elecciones libres».
Aunque esta reunión de Albares supone una muestra de confianza hacia el nuevo régimen en Siria, lo cierto es que España mira con cautela lo que ocurre aquí. Observa desde el pasado 8 de diciembre los pasos de HTS. Miran a Siria con optimismo y esperanza. Confían en que haya avances. De momento, como muestra de confianza, Albares ha anunciado que España mandará seis millones de euros de ayuda humanitaria; 1,6 millones de ayuda alimentaria y otros 3 millones para refugiados.
Estas ayudas se gestionarán a través la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) –que se desplazará a Damasco en los próximos meses para ver qué ayudas se necesitan y cómo canalizarlas–, el Programa Mundial de Alimentos y Acnur y Cruz Roja. Estas dos últimas se encargarán de los refugiados sirios que se encuentran en España y quieren volver a su país. «España apoyará su vuelta, pero siempre bajo la premisa de que lo quieran hacer voluntariamente y que puedan hacerlo en condiciones dignas, respetando sus derechos».
«En la reunión he comunicado que España aportará su ayuda humanitaria para mitigar las serias dificultades y terribles condiciones de vida que atraviesa el pueblo sirio», ha afirmado Albares, al tiempo que ha destacado que la respuesta por parte de Al Shara ha sido positiva cuando les ha dicho que deben respetar a las mujeres, a las minorías y destruir los laboratorios de drogas sintéticas como los del Captagón, que eran propiedad del hermano de Al Assad y por los que Siria se convirtió durante el anterior régimen en un narcoestado.
Después de trece años de terror por la dictadura de Al Assad, en Siria está todo por hacer. Es un país sumido en el abandono tras más de una década de destrucción. Por eso lo que más urge ahora mismo es que la economía se reactive. De ahí la importancia de que se puedan levantar las sanciones, pero es algo que no depende únicamente de España, ya que para que la UE decida levantarlas tienen que estar de acuerdo los veintisiete países miembros. Estás sanciones incluyen la prohibición de importar petróleo crudo y productos petrolíferos, la prohibición de invertir en la industria petrolera siria y en empresas dedicadas a la producción de electricidad; además de la congelación de los activos del banco central sirio en la UE o la prohibición de que las instituciones financieras abran nuevas sucursales o filiales en países de la UE.
Pruebas sobre las atrocidades de Al Assad
La última visita de Albares en Damasco ha sido a la prisión de Sednaya, conocida como «el matadero humano» de Siria, que desde 2011, coincidiendo con la llegada de Al Assad, se convirtió en destino final tanto de opositores pacíficos al antiguo régimen como de militares de quienes se sospechaba que estaban en contra de Al Assad.
Según el Syrian Network for Human Rights, allí se utilizaron 72 métodos de tortura diferentes. También hubo ejecuciones arbitrarias y ahorcamientos en masa. Cuando HTS entró en Sednaya y liberó a todos los presos, se encontraron celdas con restos de cadaveres disueltos en sal y ácido. También una máquina para romper huesos. Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, en esta prisión murieron 30.000 personas.
Sednaya se ha convertido en un símbolo de la represión de Al Assad al pueblo sirio. Un lugar frío, inhóspito y escalofriante, donde recibían a los presos con una paliza nada más llegar. Allí convivían 30 en una misma celda sin ver la luz del día. La mayoría de los que trabajan ahí, huyeron en cuanto vieron que HTS iba a liberar Sednaya. Por eso, con la intención de que acaben rindiendo cuentas ante la justicia, España destinará otros 500.000 euros al mecanismo de las Naciones Unidas que recoge pruebas sobre las atrocidades que se cometieron en la época de Al Assad. Un tiempo que todavía queda muy cercano, pero del que el pueblo sirio tiene intención de recuperarse cuanto antes.
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