Detenido en Sevilla el asesino del cura de Boston que estaba de vacaciones en Málaga
Dos hombres siguieron al religioso de 80 años hasta el piso en el que se alojaba y allí fue abordado cuando entraba al inmueble
Ingresa en prisión el hombre que presuntamente mató a un cura estadounidense en Málaga

El hombre que presuntamente asesinó el pasado 21 de enero a un cura de Boston que estaba de vacaciones en Málaga ya ha sido arrestado. La Policía Nacional ha detenido en Sevilla al presunto autor material del crimen de este párroco estadounidense de 80 años cuyo cadáver fue hallado en un apartamento vacacional del centro de la capital de la Costa del Sol.
El arresto del autor material del crimen del cura estadounidense se produjo el 25 de marzo en Sevilla por una patrulla de la Policía Nacional. Tras ser identificado, se comprobó cómo esta hombre, un español de 40 años y origen francés, tenía interesada una Orden Europea de Detención y Entrega -OEDE-, decretada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga.
Y se trata del segundo arresto en relación con el asesinato, ya que el 31 de enero la policía detuvo a otro hombre, cómplice del ahora arrestado en Sevilla.
El asesinato
Los hechos se remontan al 21 de enero, cuando agentes de la Policía Nacional encontraron el cuerpo sin vida de un hombre en el interior de un inmueble ubicado en el centro de Málaga capital, en la calle Viento.
El varón, un turista de unos 80 años y nacionalidad estadounidense, presentaba un golpe en la cabeza. Además, los agentes comprobaron también al entrar al alojamiento turístico que habían robado sus pertenencias.
Según las investigaciones, el hombre murió un día antes, unas horas después de llegar a Málaga, donde había viajado para pasar unos días de vacaciones. Según la inspección ocular en el apartamento y la reconstrucción de los hechos por parte del Grupo de Homicidios de la Comisaría Provincial de Málaga, junto a la Policía Científica, el cura fue seleccionado por los sospechosos, que vieron en él un objetivo «vulnerable».
Los asaltantes, con antecedentes por delitos contra el patrimonio, siguieron los pasos del religioso hasta el piso vacacional que había contratado para pasar unos días. El cura había llegado de vacaciones a la capital de la Costa del Sol y, tras apearse de un taxi, fue seguido hasta su lugar de alojamiento, donde fue abordado al acceder al inmueble.
Justo cuando abría la puerta del apartamento, uno de los sospechosos lo abordó de modo sorpresivo. El segundo de ellos, en labores de vigilancia, dio cobertura a su compinche.
Gritos
Los vecinos de la calle Viento, en el centro de Málaga, escucharon a alguien gritar sobre las 20.30 horas de ese martes 20 de enero. «Escuché a un hombre chillar durante diez minutos, como si le estuvieran matando, exactamente igual», explicó a ABC una testigo del crimen.
«Me asomé a la ventana y no vi nada. Y como estos son apartamentos turísticos, tampoco sabía de dónde venía», añadió la vecina, que vive en el edificio contiguo al del asesinato.
Otro testigo de su mismo inmueble ha detallado que, al escuchar a un hombre chillar durante varios minutos, alguien llamó a los servicios de emergencias. «Llamaron por teléfono y vino la policía, pero no debieron poder acceder. Y ya imagino que cuando la de la limpieza o no sé quién se lo haya encontrado esta mañana, los volvieron a avisar», ha relatado.
Los agentes de Policía Científica se desplazaron por la mañana al lugar y, tras descubrir el asesinato, tomaron huellas, al menos, en la puerta del bajo y también en la de la terraza del edificio.
Fue en la tarde del miércoles cuando se produjo el levantamiento del cadáver. Como relató a ABC otra de las testigos, una joven que había alquilado durante unos días un apartamento turístico en el edificio situado frente al del crimen, entre las 16.00 horas y las 17.00 horas han regresado a la vivienda y han visto que estaba toda la calle rodeada de policías. «Había un montón de policías aquí en los dos lados de la calle. Vimos un coche de algo fúnebre salir con una camilla», comentó.
Resistencia al ataque
Del resultado de la autopsia y la propia investigación de los hechos, la Policía Nacional concluía que la causa de la muerte se produjo por «asfixia mecánica por sofocación». Los agentes sostienen que el cura fue abordado de manera sorpresiva, utilizando el asaltante una gran violencia ante la resistencia de la víctima, y comprimiendo sus vías respiratorias hasta causarle la muerte.
Inmediatamente después, los responsables del crimen huyeron del lugar con las pertenencias del octogenario, incluida su maleta.
El Grupo de Homicidios iniciaba así una ardua investigación, que ha llevado aparejado, entre otras diligencias complementarias, el visionado de una ingente cantidad de imágenes recogidas por unas 80 cámaras de establecimientos y las propias del Ayuntamiento de Málaga, permitiendo la identificación y posterior detención, el pasado día 31 de enero, de un ciudadano magrebí de 27 años, considerado cómplice en el asesinato.
Continuando con las averiguaciones, la Policía Nacional logró poner nombre y apellidos al otro de los implicados, de nacionalidad francesa. Ante el riesgo de fuga, la autoridad judicial decretaba una Orden Europea de Detención y Entrega que instaba a su arresto, siendo localizado y puesto a disposición judicial ayer en Sevilla.
Los dos arrestados por el crimen del cura norteamericano se hallan en prisión provisional con motivo de los hechos.
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