Pasión en Córdoba
Sheila Criado recupera la policromía original del remate de dosel de la hermandad de la Buena Muerte de Córdoba
La especialista sevillana en conservación elimina el desgaste en la pieza de 1950, los repintes y lo trata contra los insectos
Buena Muerte podrá terminar la carrera oficial en la Puerta del Perdón la Madrugada de 2025 en Córdoba
El remate de dosel de cultos de la hermandad de la Buena Muerte, de rica talla y ornamentación, acaba de regresar a Córdoba tras someterse durante los últimos meses a labores de conservación y restauración en los estudios de arte de la especialista sevillana Sheila Criado.
En este trabajo se ha luchado contra el desgaste fruto del uso continuado y los repintes. La pieza, fechada en torno al año 1950, mide 2,60 metros de longitud y 65 centímetros de altura y tiene como motivo central el escudo de la corporación. «Todo se representa con una magistral talla y ejecución de la policromía», como resalta el informe de esta experta.
¿En qué estado llegó a su taller? La obra presentaba «fracturas de piezas ornamentales perdidas del original, abertura de grietas y un repinte generalizado de pintura titán al aceite, que cubría la visión original de la obra».
La intervención comenzó con un estudio de luz ultravioleta que confirmó, como ya sabía Sheila Criado, que la obra estaba repintada con pintura dorada no original al aceite.
Después se limpió el polvo superficial, «restos de excrementos de moscas y alguna que otra telaraña aposentada en el reverso», según el dosier técnico.



El siguiente paso fue la desinsectación del remate de dosel, pues presentaba un fuerte ataque de carcoma más visible por el reverso. Se fue inyectando el producto fungicida en cada orificio y luego se aplicó a brocha una capa generalizada por todas las zonas de madera vista. Se dejó embolsada la pieza durante quince días para que el producto actuase.
Tras el tratamiento anticarcoma, consolidó el soporte, cuyo tratamiento consistió en rellenar las grietas abiertas mediante «chirleteado de madera, sanear grietas y fendas menos abiertas con resina epoxi y ensamblar y reforzar aberturas con pletinas de acero inoxidable».
Posteriormente, hizo el estudio químico de catas de limpieza, con el que seleccionó la mejor mezcla de disolvente química que eliminase el repinte generalizado y no afectase a la policromía original.
Limpió por sectores mediante algodones impregnados en esta solución y descubrió «zonas que estaban ocultas y se desvelaron formas muy interesantes».
Cita en la zona del escudo perteneciente a la Pureza, (la Inmaculada Concepción del escudo del obispo Pérez Muñoz), donde a su alrededor aparentemente oculto por este dorado aparecen figuras que rodean a la imagen, ocultas por ella parcialmente, pero de gran riqueza polícroma: «una bura, medio cuerpo posiblemente de San Rafael, la cola y cuartos traseros de un león y una torre».
Además, entre las rocallas observó un cambio de color, de dorado repintado a burdeos estofado en buena calidad. Una vez terminada la limpieza química, modeló y sacó de molde de piezas faltantes mediante moldes de silicona y positivado en resina de la lazada y la llave faltante.
Añadido de molduras
Las piezas de molduras faltantes más pequeñas se añadieron directamente con resina epoxi tallada. Una vez pegadas todas las piezas perdidas, se hizo el estucado de las lagunas, faltas de policromía y piezas nuevas.
El estucado una vez seco se lijó y enrasó para que quedara una superficie continuista a la original y seguidamente se pasó a la reintegración cromática con pigmentos reversibles y con oro fino líquido.
Las «piezas nuevas positivadas se doran con pan de oro fino y se le da una pátina de envejecimiento que resulte acorde con todo el conjunto y, a su vez, en una visión más cercana se aprecie en criterio de diferenciación las piezas nuevas repuestas».
En el reverso aplicó una capa de pintura sintética burdeos que «dejara una visión más perfecta de la madera vista trasera». La última fase consistió en dar varios barnizados: el primero, satinado y otro final brillante «tal cual podía ser el original según las características formales de dicha pieza».
La gotera del dosel será nueva. Para el quinario en honor del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, entre los días 18 y 22 de marzo, lucirá lisa. Después de Semana Santa, Enrique Ruiz reproducirá las pequeñas flores de lis que tenía la primitiva gotera.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete