Patrimonio
La restauración de Santa Clara arranca por el alminar con el horizonte de que pueda abrirse al completo en 2027
La Gerencia de Urbanismo de Córdoba invertirá 485.000 euros en recuperar el antiguo convento para trabajar después en la iglesia de cara al Museo de las Cofradías
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Siempre cerrado, con desprendimientos en la torre y para la mayoría de los ciudadanos que pasaban tantas veces junto a sus muros, un completo enigma del que apenas se conocía el nombre. El convento de Santa Clara ha pasado las últimas décadas a la espera de una actuación que lo recuperase y este martes ha comenzado.
La Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba acaba de iniciar las obras que recuperarán el edificio de la calle Rey Heredia, y que comienzan por una primera fase que se ocupará del alminar, declarado Bien de Interés Cultural por su valor.
Para el futuro quedará una segunda fase, que actuará en la iglesia, y que, según el alcalde, irá a continuación para lograr que en el plazo de dos años y medio Santa Clara pueda abrir las puertas como Museo de las Cofradías, según el compromiso de José María Bellido en la campaña de las últimas elecciones municipales.
La obra que ahora comienza se financia con los fondos Next Generation y, como explicó el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Miguel Ángel Torrico, supondrá una inversión superior a los 485.000 euros. «Toda la actuación está pensada de forma exquisita para mantener la consideración de Bien de Interés Cultural, acorde a nuestra historia», dijo. El plazo de esta fase es de un año para empezar este jueves.
La arquitecta Rosa Lara, que dirige el proyecto, explicó que el alminar se restaurará de forma integral: la estructura exterior, la pila interior y todos los peldaños. «La fórmula es intentar intervenir lo menos posible, pero en el proyecto ya se han reflejado algunos daños estructurales que hay que revertir», admitió.
Algunos peldaños, los más deteriorados o los que se habían sustituido en otra fase, sí se tendrán que sustituir, sobre todo los que no son acordes a lo original y al valor patrimonial del conjunto, pero la premisa fundamental es que se haga la menor alteración posible.
Como explicó Rosa Lara, también se actuará en una de las casas solariegas que formaban parte del convento, con crujía que daba al claustro del convento y a la calle Rey Heredia, y que presentaba problemas en la cubierta que necesitaban actuación en la cubierta.
El convento de Santa Clara, como explicó el arqueólogo municipal, Juan Murillo, se levantó sobre una mezquita ya estudiada, del siglo X, y de la que entre otras cosas sobrevive la torre. A su vez, antes hubo un edificio del siglo III, en el que se encontraron mosaicos de iconografía relacionada con el cristianismo, aunque no hay certeza absoluta de que fuera una iglesia tardoantigua. Sí que estaba en una calle romana.
Artesonado y capiteles
Del que fue el primer convento femenino fundado en Córdoba tras la Reconquista queda la iglesia, ahora sin techo, y que se levantó en el lugar donde estuvo el patio de la mezquita. Tiene tres naves, que ahora se limpiarán, y con columnas y capiteles de varias épocas, y también se conserva el coro.
Está situado, como es habitual, en la zona superior, frente a lo que era el altar, el segundo de los que tuvo, y conserva un artesonado mudéjar de mucho valor, que en algún momento llegó desde otra iglesia, puesto que conserva incluso los restos después de que lo serraran al ser mayor que el espacio del que se disponía.
Rosa Lara aseguró que el hecho de que se haga por fases «es beneficioso», porque a medida que se trabaja se va conociendo también mejor el edificio, con lo cual también las obras del futuro se pueden adecuar para actuar de la forma posible.
La actuación, precisó el arqueólogo municipal, permitirá también conocer la cronología precisa de la antigua mezquita, para saber si todo se hizo a finales del siglo X o hay alguna fase previa, como apuntan muchos elementos constructivos del edificio, comenzando por las columnas que todavía se conservan.
En el convento hay restos de un casa o iglesia tardoantigua de hacia el siglo III y de una mezquita del siglo X
Las actuaciones se suman a otras anteriores, como la restauración de la portada barroca, la que da a la calle Rey Heredia, y del arco de época árabe que se puede ver en la calle Osio, y que han ido recuperando el conjunto que ahora tiene que asomarse al momento en que el público pueda conocerlo.
Para el alcalde, José María Bellido, el horizonte es de unos dos años y medio, porque conforme termine la recuperación del alminar tiene que llegar la de la antigua iglesia, que muestra también restos de la cripta en que se enterraba a las monjas.
«Córdoba tenía una deuda con este edificio, que tiene quince siglos de uso continuado en la ciudad, con las distintas civilizaciones y religiones que han pasado, y del patrimonio era el que estaba en peor estado, después de muchos años», afirmó.
Y la recuperación tiene ser para un uso, que será el de su propio conocimiento, con su monumentalidad y las huellas de todas las épocas, y el del museo que tiene que gestionar en el futuro la Agrupación de Cofradías sobre el patrimonio y la realidad de la Semana Santa.
La segunda fase será más ambiciosa y la inversión total sería de unos dos millones de euros, como explicó el alcalde. Tras el final de la recuperación del alminar a comienzos de 2026 casi de inmediato comenzaría con la continuación de los trabajos.
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