El pantano de San Rafael de Navallana mantiene en vilo a Córdoba: si desembalsa subirá el cauce del Guadalquivir

Vuelve la lluvia, llega una nueva borrasca que se llama Konrad y en Córdoba empieza a mirarse con preocupación a los embalses y al Guadalquivir. No por ir vacíos, sino por ir demasiado llenos con las últimas precipitaciones y las que esperan para estos días.

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, explicó este miércoles que el Comité de Emergencia continúa realizando el seguimiento y recordó que los embalses están cada vez más llenos. «La vigilancia se mantendrá», dijo el alcalde. El mensaje que se lanza desde la Subdelegación del Gobierno en Córdoba tras una reunión técnica con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) es de tranquilidad.

«La situación está muy bien, no hay riesgo de inundaciones ahora mismo. Córdoba está fuera del Servicio de Alerta Hidrológica de la Confederación en estos momentos, sin ningún umbral y si tiene que desembalsar agua San Rafael de Navallana lo puede hacer», han explicado a ABC fuentes del órgano estatal en Córdoba. La lluvia prevista esta jornada no supondría un problema en sí en esa coyuntura de salida de agua. «Otra cosa es que se multiplicará la lluvia y entraran en liza varios factores a la vez, que no es el caso ahora mismo», han aclarado estas mismas fuentes.

Aún así, la preocupación y la vigilancia de los embalses que abastecen a Córdoba viene motivada por la posibilidad de que tengan que volver a desembalsar agua al Guadalquivir (como ya hicieron el lunes y el martes) debido a las lluvias previstas desde este jueves al sábado ya que también están cerca del límite de su capacidad, lo que podría aumentar la situación de riesgo de inundaciones en el casco urbano.

A última hora de este miércoles, el embalse del Guadalmellato estaba al 93 por ciento de su capacidad, por lo que cualquier entrada de agua estará prácticamente obligada a aliviarla por sus compuertas. Acumula 127 hectómetros cúbicos de los 136 de capacidad que tiene. Sólo quedan nueve disponibles.

El problema es que el agua del Guadalmellato se vierte principalmente en el embalse de San Rafael de Navallana. Este miércoles a última hora de la noche, esta presa cordobesa se encuentra al 80 por ciento de su capacidad, con 125 hectómetros cúbicos ocupados de los 156 disponibles. Sólo tiene 21 libres. Las precipitaciones y los desembalses del Guadalmellato podrían obligar a aumentar también sus desembalses desde este jueves.

Lógicamente, el agua que alivian ambas presas acabarán finalmente en el cauce del río Guadalquivir. El 'río grande' ha dado este miércoles un respiro. Sin lluvias y apenas desembalses, su nivel y su caudal han bajado por debajo de los umbrales de aviso naranja y amarillo en el que estuvieron en la jornada del martes.

A última hora de este miércoles, el nivel del río en Córdoba ciudad estaba en 1,25 metros de altura en el azud de Casillas. Esto significa que ha salido del umbral naranja al que llegó el martes a las 16.30 horas al superar los dos metros de altura (2,04 metros alcanzados concretamente) y también del aviso amarillo, que se fija cuando supera el 1,5 metros de altura.

Además, el caudal del Guadalquivir estaba igualmente este miércoles de tregua, puesto que se ha situado por debajo del umbral de aviso amarillo en los tres puntos de medición de la provincia: El Carpio (162 metros cúbicos por segundo), Villafranca (276) y Fuente Palmera (331).

El más cercano a la capital es Villafranca. Aquí, el río llegó a un caudal 682 metros cúbicos por segundo el martes, superando el umbral del amarillo aviso que se activa a los 475 y rozando el naranja que aparece si se superan los 710 metros cúbicos por segundo.

El objetivo es no tener que llegar a la situación de desembalse en el Guadalmellato, porque eso supondría aumentar el caudal en este afluente, que pasaría a San Rafael de Navallana. Si éste también se llena, terminaría llegando hasta el Guadalquivir, que ya arrastra mucha agua de su curso alto.

Bellido explicó que en la provincia de Jaén los embalses tienen más margen antes de desembalsar, con lo que evitarían crecidas del Guadalquivir, al menos por ahora.

El del Guadalmellato está desembalsando y Navallana todavía tiene margen, lo que evitaría un caudal muy alto para el Guadalquivir y con eso la posibilidad de inundaciones. A ambos se une el caso del embalse de Guadanuño, en el término de Obejo y cerca de Cerro Muriano, que está casi lleno y está desembalsando agua con un caudal cercano a los 20 metros cúbicos por segundo y ha sido calificado en el umbral amarillo de seguimiento ahora mismo por la Confederación (vigilancia y evitar el acercamiento humano).