Time Lapse
Pesadilla en Hostecor
Cuando la gastronomía está en el punto de almíbar, la patronal que debe encauzarla hace aguas
Cuando la gastronomía está en el punto de almíbar en Córdoba, la patronal que debe agrupar a los restauradores y hosteleros de la ciudad hace aguas por todas partes. Si es un sector que atesora ahora mismo los parabienes de críticos, turistas, locales, autoridades, ... economistas..., en cuanto a recorrido, escaparate y aptitudes para ser el mejor cicerone de la ciudad, su músculo corporativo es un agujero negro insondable. No falta apoyo con fondos públicos para presentar a la cocina cordobesa como la ideal tarjeta de presentación. Pero uno escucha al nuevo presidente de Hostecor, Jesús Guerrero, y le dan ganas de llamar a Chicote para que en lugar de poner orden en las cocinas de los restaurantes ruinosos de su 'reality', se siente en una mesa (la patronal no tiene sede ahora mismo para ello) y sea capaz de escrutar las cuentas y telarañas de la cosa, como cuando mete la mano en la hornilla y saca un montón de grasa y suciedad.
Su antecesor inmediato (y breve) salió corriendo cuando vio la profundidad de la derrama y la situación interna de una asociación empresarial que gozó de prestancia e influencia en tiempos, pero ni entonces ni mucho menos ahora puede actuar de manera uniforme bajo intereses comunes y como auténtico 'lobby' económico. Conocemos el paño en el periodismo, más dado al individualismo anárquico y darwiniano que a la noble defensa corporativa. Más ha dispuesto de ese rol por la benevolencia de los munícipes y otros cargos públicos que por su propia influencia ejecutiva. Véanse temas como los veladores o el cerrado apoyo que durante la pandemia recibieron (de manera justa) como infantería económica local.
El Ayuntamiento de Córdoba concedió hace meses a Hostecor el disfrute de unas dependencias municipales en el incompleto Arcángel para reabrir la Escuela de Hostelería que tanta falta hace. No se entiende (o sí) cómo en el estado en que el actual presidente presenta al enfermo hoy, se le dotara de tal empresa, a la que por supuesto ha tenido que renunciar por falta de recursos para asumir tales exigencias. Ojalá la pesadilla torne dicha.
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