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Agricultura

Los costes de producción del sector olivarero en Córdoba se disparan un 157 % en los tres últimos años

La rentabilidad de muchas explotaciones queda en entredicho pese a la subida de los precios, según un estudio

El enlace de aceite de oliva para esta campaña será el menor de la serie histórica

Recolección de aceituna en Córdoba Valerio Merino

Pablo Cruz

Córdoba

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Quedan dos semanas para el inicio de la campaña olivarera 2024-2025 en Córdoba y hay muchos interrogantes en el sector oleícola. La mayoría de las previsiones que ya se han hecho apuntan a una mayor cosecha que la de la temporada pasada gracias a las ingentes lluvias de primavera, pero se desconoce en qué nivel crecerá.

También se espera una bajada de los precios, pero no será una gran cantidad debido a las bajas producciones que se esperan en países competidores como Italia. También está el asunto de los costes que tienen que asumir los productores para poder sacar adelante sus explotaciones, un aspecto que parece que se mantendrán altos, lo que merma la rentabilidad de los agricultores.

A este respecto, la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) lleva analizando los gastos a los que tienen que hacer frente los dueños de las plantaciones desde 2020.

El último de estos informes, en el que ha tenido un gran protagonismo la Universidad de Córdoba (UCO) en su elaboración, se corresponde con datos de 2023 y concluye que los productores han visto cómo se han incrementado estos 'inputs' durante todo ese periodo de una forma considerable.

Concretamente, el estudio apunta que los costes de los recursos necesarios para generar aceite de oliva, tanto en el campo como en la almazara, se han incrementado un 32 por ciento durante ese trienio, al pasar de un valor de 2,42 a 3,2 euros por kilo de zumo de aceituna.

Sin embargo, los técnicos que han elaborado el informe dan más valor a las cifras en términos ponderados, es decir, teniendo en cuenta la cosecha registrada. De este modo, en España en 2020 se alcanzó una producción de alrededor de 1,5 millones de kilos de aceite, el doble que en la pasada campaña. Esto eleva el coste medio en 2023 hasta los 6,22 euros, es decir un 157 por ciento más en tres años.

Los datos con los que se elaboraron el estudio están actualizados hasta el mes de junio del año pasado, momento en el que la cotización media del oro líquido en origen era de 5,85 euros.

Teniendo en cuenta este aspecto, el documento de la AEMO, actualmente presidida por la alcaldesa de Montoro, la socialista María Dolores Amo, deja claro que, «a pesar de la severa subida del precio del aceite de oliva virgen extra, los agricultores no se ven beneficiados en sus cuentas de explotación, ya que los gastos medios son superiores, es decir, los altos precios del aceite en el mercado no compensan la subida de costes y la elevación de los mismos derivada de la baja cosecha».

Fertilizantes

Es verdad que desde finales del año pasado los valores han superado de media los ocho euros, pero tanto cooperativas como almazaras han insistido en los últimos meses en que eso no se ha traducido en una mayor rentabilidad por la baja producción registrada en las últimas temporadas.

En el estudio se profundiza en el reparto de esos costes que tienen que asumir los empresarios agrícolas. Sus autores señalan que el más importante de todos ellos es el derivado de la recolección, al suponer en torno a un 40 por ciento del total en las explotaciones más tradicionales, por lo que consideran que «la máxima mecanización resultará clave en la búsqueda de la rentabilidad de la plantación».

A continuación aparecen los gastos ligados al mantenimiento del suelo, señalando los técnicos que se trata de la tarea de más complejidad, y los que se imputan a los fertilizantes.

En este último caso en el informe subraya que es el 'input' que ha experimentado un mayor crecimiento entre 2020 y 2023, al llegar a una subida del 71 por ciento, por lo que sus autores recomiendan reducir su aplicación a determinados periodos a fin de reducir los costes del agricultor.

La energía se ha encarecido cerca de un 40 por ciento y los gastos laborales un 9 por ciento. Organizaciones como Asaja han criticado en los últimos meses el fuerte aumento de estos gastos como consecuencia de la última Reforma Laboral y las constantes alzas del salario mínimo interprofesional, ambas decisiones impulsadas desde el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE).

La máxima mecanización será clave en el proceso de recolección para que los productores eleven su rentabilidad

El documento destaca que existen diferencias significativas en este apartado en función de los distintos sistemas de cultivo. Las plantaciones intensivas y superintensivas son las que presentan un mayor ajuste en sus desembolsos debido a su mayor mecanización. con valores que están entre los 3,07 y los 5,33 euros por kilo de aceite de oliva.

En lo que se refiere a los olivares tradicionales tienen costes superiores a los precios estructurales de mercado, «una circunstancia grave ante la que caben soluciones, como son el aumento del precio del aceite vía promoción, la reducción de los gastos optimizando los procesos productivos o el cambio del sistema del cultivo mediante una reconversión racional a explotaciones más intensivas y mecanizables».

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