Los centros productivos de la Base Logística del Ejército de Córdoba emplearán a 865 civiles

Muchos de estos aspirantes que se examinarán el sábado y domingo en el Centro de Convenciones y Ferias podrán acabar en uno de estos dos grandes edificios: el Centro de Abastecimiento del Ejército de Tierra (Cabet) y el Centro de Mantenimiento de Sistemas de Armas del Ejército de Tierra (Cemsatet). Ambos considerados el 'corazón' del macrocentro logístico y no sólo opr su ubicación medular en la parcela de la Rinconada.

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Francisco Poyato

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No es la única novedad en materia de empleo. El verano pasado anunció el Gobierno que para la Oferta de Empleo Público de Defensa en 2024 se reservarían otras 330 plazas más para la Base de Córdoba. Esta convocatoria estaría ahora mismo pendiente ya de publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por lo que se acumularían 510 empleos. Y es que la intención de Defensa es que se vayan acompasando las diferentes ofertas de trabajo con el calendario de entrega de las infraestructuras.

El último cronograma del Ejército recoge que el proyecto edificatorio de todo el complejo que está haciendo la UTE Ingeniería BIM Córdoba se entregará en marzo. Habrá después tres meses de supervisión por parte de la Dirección General de Infraestructuras del ministerio para que arranque el proceso de licitación en el segundo semestre de 2025. Quiere decir que entre 2025 y 2026 acabará conformándose el grueso de la plantilla de la Base Logística, cuyo horizonte de apertura no varía: desde finales de 2027 a mediados de 2028 de manera paulatina. La cifra final de empleos pivota entre 1.600 y 1.700 de los que 1.100 serán civiles. No es de extrañar la buena acogida que la primera convocatoria ha tenido.

El personal civil que trabaje en la BLET será muy cualificado. Para ello deberá contar con algunas de las 21 titulaciones de grado superior, 24 titulaciones de grado medio o 7 titulaciones de grado básico que conforman la oferta laboral. En definitiva, de las 26 familias profesionales, según explica Defensa a este periódico, que establece la Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la FP, 16 familias tienen representación. Destacan la de transporte y mantenimiento de vehículos con un 47% de la oferta global, la de electricidad y electrónica con un 15%, comercio y marketing con un 13% y la de fabricación mecánica, con un 6%.

Uno de estos dos centros productivos, el gran edificio de abastecimiento de 45.000 metros cuadrados, será el campo de entrada del compromiso financiero de 100 millones hecho por la Junta de Andalucía desde que se logró la ubicación en Córdoba. El Cabet se va a destinar a guardar los repuestos de los principales sistemas de armas de todo el Ejército y del equipo y vestuario. Tendrá una zona automatizada y otra de almacén convencional de estanterías. Esta última tendrá repositorios específicos para material sensible por su seguridad y temperatura. «Desde aquí se suministrarán los repuestos al taller y al resto de unidades de todo el territorio nacional», apostillan fuentes ministeriales.

En el caso del Cemsatet, el mayor edificio de todos con 100.000 metros cuadrados de superficie, servirá para la reparación de las averías más complejas de las armas terrestres. Tendrá un área de automoción, otra de armamento, electrónica y telecomunicaciones así como talleres comunes (como los que hay actualmente en el centro de El Higuerón). Cuenta con una zona de calidad, diagnosis e inspección final así como una galería de tiro de 200 metros de longitud y pista de pruebas.

Otra de las dudas que se mantenían en el alero, sobre todo para la parte empresarial que está interesada en los procesos de obra que aún resta, era la manera de licitar todas las dotaciones de inmuebles e infraestructuras de la Base. Según confirma Defensa a ABC, habrá dos fases de ejecución. La primera de ellas contará con tres lotes con otros tantos grandes contratos. El primero que se está ejecutando: la urbanización y servicios generales de las parcelas logísticas (a cargo de la UTE Sepisur XXI-Acsa).

El segundo corresponde al almacén principal automatizado -donde entra el apoyo de la Junta-. Y un tercer gran contrato donde van el resto de las infraestructuras. Todo ello hasta completar los 500 millones en que está valorada la puesta en marcha de la BLET, toda una transformación del apoyo logístico que se le presta a las unidades de Tierra en España, haciéndolo más ágil y eficiente.