Septiembre recibe a los estudiantes con los precios del alquiler en 900 euros
La mensualidad se eleva un 7,46% y llevan a los arrendamientos a otro récord
Así afecta la última subida de tipos del BCE a la firma de hipotecas
Las agencias inmobiliarias se lanzan a alquilar habitaciones para retener caseros y cobrar al inquilino

El problema de los altos precios del alquiler de vivienda en las grandes capitales españolas no parece tener solución. La ley de Vivienda, que pretendía ser un bálsamo para el mercado, está lejos de serlo y se ha convertido en un obstáculo más para los miles de aspirantes a inquilinos que se ven obligados a prescindir de poder adquisitivo para acceder a una casa. Y eso en el mejor de los casos. En los últimos días, proliferan videos en las redes sociales de jóvenes desesperados ante la exasperante batalla en la que se ha convertido encontrar un piso en arrendamiento en ciudades como Madrid y Barcelona. Incluso hay quien ha intentado pasar por un chollo el alquiler de una infravivienda por 600 euros. Es la jungla del mercado, que tiene en septiembre su temporada fetiche por la vuelta de los estudiantes y el desplazamiento de profesionales a la gran ciudad. Este mes, el precio toca techo: alrededor de 900 euros de media, según Alquiler Seguro.
Son precios que no se corresponden con el bolsillo de los españoles y que vienen acuciados además por el coste de las hipotecas, que expulsa a más demandantes de vivienda hacia el mercado del alquiler. Una tormenta perfecta sin precedentes que hace que las rentas no perciban techo. «Antes de la pandemia la oferta no encontraba tantas dificultades para absorber la demanda. La situación de desequilibrio de 2023, con una demanda sobredimensionada, es notablemente mayor de lo que era en los meses previos a la pandemia», explica el presidente de Alquiler Seguro, Antonio Carroza.
Carroza ubica los picos de subida de precios tras el anuncio y la definitiva aprobación de la ley de Vivienda. Por su parte, el director de estudios de pisos.com, Ferran Font también cree que la entrada de la polémica norma está detrás de las subidas de rentas. «La ley de Vivienda no solo ha provocado la retirada de muchos pisos de la oferta, sino que los que todavía están disponibles se blindan ante posibles impagos con requisitos que filtran al máximo los candidatos», apostilla.
Según pisos.com, el precio del alquiler en España se elevó en agosto a 10,95 euros el metro cuadrado, un 7,46% más que en el mismo mes del año anterior. Las capital de provincia más cara para alquilar fieBarcelona con 22,94 euros por metro cuadrado. Le siguieron Madrid (19,39 €/m²) y San Sebastián (18,26 €/m²). Por el contrario, Ciudad Real fue la más barata con 6,31 euros por metro cuadrado. Otras capitales de provincia económicas fueron Ourense (6,43 €/m²) y Palencia (6,51 €/m²). Castellón de la Plana (2,98%) protagonizó las subidas mensuales, mientras que Teruel (-3%) fue la capital que más se devaluó en este periodo.
División en habitaciones
Font señala algunas de las artimañas que están efectuando los propietarios para esquivar la nueva normativa como poner en el mercado pisos que antes se ofrecían completos, que ahora se dividen en habitaciones para evitar los topes al alquiler; o el trasvase de alquileres de larga estancia hacia arrendamientos temporales por periodos inferiores a un año. «Todas estas distorsiones socavan la fuerza de una fórmula de acceso a la vivienda que debería distinguirse por la estabilidad y no por la búsqueda de subterfugios».
De su asombro tampoco salen las agencias inmobiliarias, que cada vez disponen de menos stock y el poco que tienen dura apenas unos minutos en el mercado. Ante esta sobredemanda, los precios suben artificialmente. «Para defenderse de la altísima presión de la demanda, los caseros suben el valor del piso; igual en un solo día de publicación puede tener quince visitas de personas que cumplen los requisitos de acceso», explica a este periódico, el presidente de FAI, José María Alfaro.
El empresario tilda de inédita la situación actual del mercado del alquiler y asegura que la falta de oferta es muy preocupante. «Hay propiedades que cuando se marchan los inquilinos ya no se vuelven a alquilar, otras pasan al mercado de compraventa, y en la mayoría de casos, pasan al alquiler por temporada y al turístico», sentencia Alfaro.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete