Las reclamaciones de contribuyentes contra Hacienda se disparan un 30% al calor del activismo fiscal de Sánchez
En los últimos cuatro años las discrepancias que se elevan a los tribunales económico-administrativos se han disparado de 180.000 a 240.000
Los actos administrativos para recaudar, el IRPF y el IVA, principales áreas de conflicto
La Justicia exige a Hacienda que no sancione los errores al tributar
En el año 2019, sin presupuestos aprobados y sin novedades regulatorias relevantes en el marco fiscal, los tribunales económico-administrativos (TEA) registraron 180.916 reclamaciones de contribuyentes. El año pasado, tras la sucesión de nuevos impuestos, medidas antifraude, subidas tributarias y controversias fiscales de todo tipo ... de los últimos años, el número de reclamaciones alcanzó las 239.177, un 32% más, según datos proporcionados este miércoles en una jornada organizada por el Registro de Asesores Fiscales del Colegio de Economistas por el presidente Tribunal Económico Administrativo de Cataluña, Xavier Suñé.
«La intrincada telaraña de normativa tributaria constituye uno de los principales obstáculos para una gestión eficiente», ha denunciado el presidente del Colegio de Economistas, Valentín Pich. «La excesiva complejidad en la interpretación de las normativas fiscales no solo genera incertidumbre entre los contribuyentes, sino que también aumenta la litigiosidad; por ello sería fundamental simplificar y clarificar las normativas para facilitar la labor de los tribunales económico-administrativos».
El fenómeno, un mal endémico del sistema fiscal español, se ha visto acentuado en los últimos años por la proliferación de nuevas figuras tributarias que se viene dando desde el año 2020, en que han irrumpido en el marco fiscal el gravamen sobre los servicios digitales, el impuesto sobre transacciones financieras, el nuevo impuesto del 5% en el Impuesto de Sociedades sobre los dividendos recibidos de filiales y los nuevos gravámenes sobre las grandes fortunas, las energéticas o las entidades financieras, que han desencadenado una avalancha de recursos y reclamaciones por parte de los contribuyentes afectados, y también por el encadenamiento de una serie de sentencias judiciales contrarias a los intereses de Hacienda.
La acumulación de reclamaciones en los TEA se señala en ocasiones como una de las causas del embalsamiento de más de 40.000 millones de euros de deuda tributarias pendientes de cobro y también de la demora en las resoluciones judiciales de las controversias tributarias. Sin embargo, el presidente del Tribunal Económico-Administrativo Central ha revelado este miércoles que en ese mismo periodo esta instancia administrativa ha conseguido reducir en un 40% los asuntos pendientes, que han pasado de cerca de 270.000 a poco más de 160.000, y lo han hecho además en un marco de reducción de su capital humano, que ha pasado de 782 a 681 funcionarios de plantilla.
Las cifras puestas sobre la mesa por el TEA revelan que se estiman cerca del 40% de las reclamaciones planteadas por los contribuyentes, ya sea de forma parcial o total, y que este porcentaje de éxito es especialmente relevante en todo lo que tiene que ver con la aplicación de los grandes impuestos -donde el porcentaje de estimación supera el 50%-, en tanto que baja en todo lo que tiene que ver con actos administrativos tanto del catastro como del área de recaudación de Hacienda, que es el principal foco de conflicto con los contribuyentes. Es decir, cuando la Agencia Tributaria le dice al contribuyente qué, cuándo y en qué plazo tiene que pagar.
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