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Se reduce el empleo en el sector privado

Cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, había 3,1 millones de empleados públicos. Ahora, hay 3,6 millones: 500.000 más

Una camarera levanta el toldo de un bar en Madrid (España) europa press

Rafael Pampillón

El mercado laboral español ha aguantado bien la embestida de la inflación y la consiguiente subida de los tipos de interés. No obstante, los datos que hemos conocido de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2023 parecen indicar que esa situación está cambiando. Los efectos negativos sobre el mercado de trabajo llegaron en el cuarto trimestre del año pasado. Y, si no se remedia a lo largo de 2024, las tasas de paro subirán. Una señal es la disminución de la población activa durante el cuarto trimestre, lo que muestra que las expectativas empeoran: si los ciudadanos observan que el mercado de trabajo no es capaz de generar empleo, es que hay menos expectativas de encontrar trabajo. Por tanto, disminuye la población en disposición de trabajar.

Empleo público en máximos, mientras cae el privado

En el cuarto trimestre, la población ocupada se ha reducido en 19.000 personas. Toda la destrucción de empleo se produce en el sector privado, que pierde 78.000 ocupados. Mientras tanto, el empleo público aumentó en 58.600 personas. Este aumento del empleo público se debería haber evitado. Y, en el futuro, si se quiere reducir el déficit y la deuda pública, como reclama Bruselas, habrá que ir ajustando las plantillas de las Administraciones, en vez de aumentarlas. Puede haber ámbitos administrativos en los que se necesite un refuerzo de personal, pero, en otros muchos, habría que amortizar puestos.

Cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, había 3,1 millones de empleados públicos. Ahora, hay 3,6 millones: 500.000 más.

El paro juvenil

Por otro lado, en el cuarto trimestre de 2023, en la franja de 16 a 24 años, el empleo se redujo en 127.800 personas, y el número de activos en 165.000. En parte, son jóvenes que trabajaron durante el último verano y que han reanudado sus estudios. Otros, desencantados, se han ido al extranjero. Por eso, sigue siendo muy preocupante la tasa de paro de los jóvenes de entre 16 y 24 años: 28% frente al 14% de la Unión Europea. Para aumentar la participación de este colectivo en el mercado de trabajo y reducir el paro, se necesita mejorar las políticas activas de empleo y de formación. Es decir, se debe reorientar el sistema educativo para adaptarlo y vincularlo con las necesidades del sistema productivo.

Aumenta el empleo extranjero

Resulta paradójico que la caída de la temporalidad no haya afectado al empleo de la población extranjera. Muy al contrario, durante el cuarto trimestre del año pasado, mientras que el número de ocupados nacionales cayó en 44.500 empleos, hubo 25.500 extranjeros que encontraron trabajo. Esta situación responde, en parte, al crecimiento del empleo en la agricultura en el cuarto trimestre (68.800 trabajadores más).

Parece que ésta es una tendencia de nuestro actual mercado de trabajo. Durante el conjunto del año 2023, el empleo extranjero creció en 334.000 personas, a una tasa récord del 12,4%. Por su parte, el empleo de los españoles solo lo hizo al 2,5%.

Perspectivas para 2024

Los resultados relativamente malos de la EPA del cuarto trimestre permiten afirmar que, durante el cuarto trimestre, ha empeorado el mercado laboral: aumento del empleo público y de la mano de obra de baja productividad. Esta tendencia está contribuyendo a la bajada de la productividad. Así, durante 2023, la economía creció un 2,4%, mientras que el empleo lo hizo en un 3%. Esto significa que la productividad aparente del trabajo cayó (-0,6%).

¿Qué ocurrirá en 2024? Es probable que, durante este ejercicio, se produzca un mayor debilitamiento del mercado de trabajo español por varias razones: subida del salario mínimo, incremento de las cotizaciones sociales, aumento de los impuestos a las empresas. Todos ellos son factores que van a castigar al tejido empresarial. A lo que hay que unir la incertidumbre política que se percibe, tanto a nivel nacional como internacional. Un conjunto de problemas que podrían perjudicar al consumo, la inversión, el crecimiento del PIB y, consecuentemente, el empleo.

¿Se puede mejorar el mercado laboral en 2024? Va a depender de que las políticas económicas fomenten más la productividad a través de la apuesta por la formación profesional y el avance tecnológico. Sólo así, se creará empleo de calidad, estable y con salarios dignos, que ofrezca un mayor nivel de bienestar a la población. Es un largo proceso, pero resulta imprescindible empezar a caminar en el sentido correcto. De esta manera, evitaremos el estancamiento empresarial y laboral, que puede provocar la situación política y económica de nuestro país. Como dice un proverbio chino, una crisis es un peligro, pero también una oportunidad para cambiar.

Rafael Pampillón (IE Business School y Universidad CEU San Pablo).

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