Las claves del acuerdo de desconvocatoria de la huelga en Renfe y Adif: ¿Quién mandará en Rodalies?
Los sindicatos también han arrancado el blindaje de las plantillas de Renfe y Adif ante posibles subrogaciones de trabajadores como la que podría ocurrir en la apertura a la competencia de las líneas de Cercanías en toda España
Puente para la huelga al garantizar a la plantilla que Renfe controlará Rodalies tras el traspaso a Cataluña

La mayoría sindical de Renfe y Adif (Semaf CC.OO., UGT, SF y SC) alcanzó ayer un acuerdo 'in extremis' con el Ministerio de Transportes, Renfe, Adif y la Generalitat de Cataluña para desconvocar hasta siete jornadas de huelga en marzo y abril, que ... algunas organizaciones en disconformidad con la firma han empezado a secundar hoy. La amenaza era a nivel nacional y para todos los servicios, pero ha tenido como desencadenante el traspaso de los Cercanías catalanes (Rodalies) desde el Estado al gobierno de esa comunidad, cuyas negociaciones tenían hasta ahora un espíritu contrario a lo pactado con el ministro Óscar Puente en noviembre de 2023, según los representantes de los trabajadores. Aquí, las claves del nuevo pacto:
¿Quién mandará en Rodalies?
Letra pequeña, problemas grandes. Como en ningún otro acuerdo previo, el pacto entre administraciones y sindicatos ferroviarios para concretar el traspaso de Rodalies, y que el domingo sirvió para desconvocar la huelga prevista, está a expensas de que este se desarrolle y tome cuerpo, una letra pequeña que se conocerá cuando se hagan públicos los estatus sociales de la nueva sociedad Rodalies Cataluña. En esos estatutos debe reflejarse el nuevo reparto societario -50.01% para Renfe Viajeros, 49,99% para la Generalitat- que se ha explicado que va a producirse, una mayoría para Renfe que quedará compensada con el hecho de que en el consejo de administración -«donde se toman las decisiones», recuerda la Generalitat-, es la administración autonómica la que tendrá mayoría gracias a que designará a su presidente, que se reserva el voto de calidad.
Obligado entendimiento
A modo de compensación, el acuerdo PSOE-ERC para investir a Pedro Sánchez, precisaba que las decisiones consideradas «estratégicas» -sin que se sepa qué alcance tiene esa definición, de nuevo la letra pequeña- se deben adoptar por mayoría cualificada, es decir, Renfe se reserva cierta capacidad de bloqueo. Falta por ver cómo quedará reflejado esto en los estatutos de la nueva Rodalies Cataluña. Lo que sí se certifica, además de la garantía de conservación de los derechos laborales de la plantilla, es que el pacto obliga a un entendimiento por las dos partes en beneficio de una gestión eficaz.
¿Acuerdo transitorio?
Esquerra Republicana da un plazo de dos años para revertir el actual acuerdo societario, que solo se aceptó, reconocen, para evitar la guerra con los sindicatos. Explica ERC que se trata de un acuerdo «transitorio», una definición, como tampoco el citado plazo de dos años, que no aparece en el acuerdo de 4 páginas que se conoció anoche. Al igual que sucede en muchos otros acuerdos, buena parte se trata de una cuestión de relato, y ahí ERC trata de vender lo que bien puede leerse como un acuerdo descafeinado como una victoria sobre el Estado. «El Gobierno del PSOE deberá cumplir con los acuerdos, porque si no cumple ya sabe que no tendrá nuevos acuerdos», apunta Junqueras, que asegura pese a todo que el acuerdo se mantiene «íntegro». De fondo, el marcaje de Junts.
Rebajar expectativas
«Esto no es una cuestión de meses, ni de años». Desde la Generalitat se insiste de manera reiterada en rebajar las expectativas de mejora del servicio que puedan generar los cambios, recordando que el de Rodalies es un traspaso de enorme complejidad. En las estaciones, el usuario ya no espera nada por un servicio sigue siendo muy irregular. Hoy mismo, a pesar de la desconvocatoria, algunos trenes de Rodalies se suprimieron o sufrieron retrasos porque pese al acuerdo, ya que este llegó «tarde» y no hubo tiempo de reprogramar los turnos, según ha informado Renfe.
Blindaje en la liberalización del Cercanías
Para los sindicatos, el traspaso de Rodalies a la Generalitat significa mucho más que una simple transferencia y es visto por los trabajadores como el principio de la fragmentación de las dos compañías públicas. Sobre todo ocurre con Renfe, cuando en los próximos años se juega su futuro por la apertura a la competencia de las Obligaciones de Servicio Público (OSP) que terminará con el monopolio histórico del operador ferroviario del Estado en los Cercanías y Media Distancia. En vista a ese proceso, los representantes de los trabajadores han conseguido a lo largo del fin de semana introducir en el acuerdo el blindaje de las plantillas de Renfe y Adif «en todos los posibles casos de subrogación, sucesión de empresas o negocios similares».
Es un extremo que se cumpliría si Renfe pierde las futuras licitaciones de líneas de Cercanías y Media Distancia que opera a día de hoy. En esos casos se vería obligada a traspasar a la empresa ganadora del concurso los trenes y trabajadores, pero con la firma arrancada ayer se «garantiza y reconoce» el derecho de los empleados a decidir «voluntariamente» su permanencia en el Grupo Renfe y Adif, tal y como se plasma en el acuerdo al que ha tenido acceso este periódico. Esto significa que maquinistas y demás personal podrán seguir formando parte de Renfe si así lo desean, obligando al nuevo operador a buscar en el mercado a conductores en un momento de dificultad para encontrar estos perfiles en algunos puntos de España.
Las primeras aperturas de Cercanías y Media Distancia a la competencia deberían ser inminentes. El contrato firmado entre el Ministerio de Transportes y Renfe Viajeros para las OSP, vigente hasta 2028 pero prorrogable hasta 2033, prevé ya este año la licitación de al menos un 3 % del valor total del contrato, con vistas a que el 1 de enero de 2026 los servicios puedan ser prestados por los adjudicatarios. Por el momento el departamento de Óscar Puente no se ha pronunciado sobre cuándo se llevarán a cabo las ni las líneas que se verán afectadas.
El acuerdo de Mercancías
Otro de los temores de los sindicatos es el de que el proceso de privatización de la filial de Mercancías de Renfe acabe repercutiendo en la plantilla, cuando se está a punto de dar entrada a la naviera MSC como socio industrial a través de la creación de una nueva sociedad. En el acuerdo firmado ayer, Renfe y el Ministerio de Transportes se comprometen a realizar las «modificaciones necesarias» en la gestión del negocio de mercancías «que conlleve una mejora tanto en la política comercial como en la ejecución del servicio con la voluntad de mantener e incementar el volumen de negocio de la sociedad Renfe Mercancías».
El texto también dice que «Renfe Mercancías se coordinará con Renfe Ingienería y Mantenimiento para incrementar la disponibilidad y fiabilidad del material». Y que en ese proceso de entrada de un socio industrial se continúa trabajando en la creación de una nueva sociedad que contrate los servicios de tracción y mantenimiento al Grupo Renfe, «manteniendo de esa manera las cargas de trabajo dentro del grupo». Ese acuerdo tendrá una vigencia inicial de cinco años, con la posibilidad de sucesivas prórrogas de tres años hasta completar un máximo de veinte.
«Se acordará asimismo con la representación legal de las personas trabajadoras el modelo de Centro de Gestión del Grupo Renfe necesario en este cambio de modelos estratégicos y de explotación a futuro para abordar las mejoras de explotación que lleven a una alta calidad en la prestación operativa del servicio de mercancías», reza el texto.
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