Sevilla FC
Semana vital para Diego Alonso
El Sevilla tiene por delante dos duelos de alta exigencia: su visita al Arsenal en Londres y el derbi sevillano en casa
El rendimiento del equipo se ha ido empobreciendo conforme avanza el calendario y urge dar con la tecla para cambiar la dinámica
Diego Alonso: «El miércoles dependemos de nuestro resultado»

Semana aciaga para el Sevilla FC. Los de Diego Alonso no sólo demostraron un paupérrimo nivel deportivo ante el Celta, sino que además se dejaron intuir algunos problemas de actitud dentro de la plantilla. Gestos como la no celebración del gol de En-Nesyri ... dejan en evidencia un malestar que puede explotarle en la cara al técnico charrúa, que a ido de más a menos en sus primeras semanas como entrenador. Y eso que era difícil que su arranque fuera más complicado, las visitas del Real Madrid y el Arsenal configuraron su bienvenida a LaLiga y a la Champions League. Unos encuentros que, a pesar de no salir el equipo victorioso, dejaron un buen regusto por el juego desplegado sobre el tapete. No obstante, este 'efecto Alonso' se disipó prácticamente por completo en el Nuevo Mirandilla, y terminó de eliminar su rastro el pasado sábado en Balaídos.
Lo cierto es que al Sevilla de Diego Alonso, que aún no está muy definido a qué juega, se le hace bola los equipos con sistemas más defensivos que ceden el control del balón. Si bien ante el Madrid y el Arsenal, equipos que juegan más al toque, el cuadro hispalense supo competir y achicar, los duelos más correosos, véase Cádiz y Celta, les obliga a entrar en un juego que no controlan, o para el que no tiene recursos. Tanto en Balaídos como en Cádiz, el Sevilla volvió a demostrar una incapacidad defensiva ante los envites rivales. Ir con la defensa adelantada, tal y como lo hacía Mendilibar, es una auténtica ruleta rusa para las características actuales del equipo.
La paupérrima imagen que ofreció en Vigo fue muy completa. Y es que cuando al Sevilla le ceden el balón no sabe qué hacer y si lo pierde es aún peor. Y pérdidas hubo, muchas.
Si los pecados del Sevilla fueran exclusivos de la defensa aún tendría alguna oportunidad. Sin embargo, la herida es tan profunda y está tan infectada que la pus ya ha llegado a todas partes. La paupérrima imagen que ofreció en Vigo fue muy completa. Y es que cuando al Sevilla le ceden el balón no sabe qué hacer y si lo pierde es aún peor. Y pérdidas hubo, muchas. Tantas como huecos por los que acceder hasta el área de un Nyland al que se le puso cara de Bono. Y es aquí otro de los problemas del conjunto de Nervión, la falta de pegamento. El equipo lleva mucho tiempo sin hacer honor a esa palabra. Equipo es, según la RAE, un grupo de personas organizado para un servicio determinado. No obstante, la organización lleva varios duelos sin aparecer, dejando recaer toda la responsabilidad del rendimiento en los destellos individuales de alguna figura que aún queda en el Sevilla.
Ante este panorama, el cuadro hispalense es un caramelito tanto en la Champions League como en LaLiga, y ya veremos cuando la Copa se ponga seria. Lo fácil es señalar al entrenador, el cual apenas lleva en Sevilla cuatro semanas. Lo difícil es hacer un análisis más profundo de los motivos que han provocado que el Sevilla se convierta en una auténtica trituradora de entrenadores. A Mendilibar no le salvó ni haber tocado plata. La paciencia es un bien que poco cotiza en Nervión, y lo cierto es que los pecados actuales son idénticos a los de principios de agosto. Sí se le puede recriminar a Diego Alonso su elección de peones. Quitar a En-Nesyri como punta de referencia cuando el Sevilla no tiene más, no parece ser la mejor elección. Por buenas acciones que haya protagonizado Mariano, es quitarle la titularidad a un jugador que acaba de alcanzar los 60 goles con el Sevilla. También se le puede achacar la elección de Óliver Torres en detrimento de Lukebakio, por muy horas bajas en la que esté el belga. Si tiene que haber inoperancia en la banda, debería ser con el mejor en su puesto y, actualmente, el internacional lo es.
Derbi a la vista
No obstante, es lógico que el técnico llegue con ideas y haga probaturas. El problema está en las urgencias del club por dar con la tecla y romper con la peor racha de las últimas décadas. Diego Alonso tiene por delante un calendario nada amable, del que puede salir coronado o estrellado. Sólo esta semana tiene que afrontar el duelo a domicilio ante el Arsenal y el derbi en casa. Dos partidos que marcarán el futuro del uruguayo.
Ante el conjunto 'gunner' bastará con puntuar y dejar una imagen más compacta. Además, el cuadro inglés atraviesa un ligero bache de resultados tras caer en la Copa de la Liga ante el West Ham y caer el pasado sábado en liga ante el Newcastle. Aprovechar esta coyuntura para dar un golpe de efecto y llegar al derbi sevillano de la forma más digna posible.
Y es que el eterno rival, el Betis, se encuentra actualmente en una dinámica muy positiva tras cosechar cuatro victorias consecutivas entre LaLiga y la Copa. Al derbi, los verdiblancos se plantarán en el Sánchez-Pizjuán con una renta de nueve puntos por encima del Sevilla. Doblegar al Betis en el feudo sevillista y obtener la primera victoria en liga de Diego Alonso sería una bocanada de oxígeno para que el uruguayo camine con paso firme el resto del mes.
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