El penúltimo escándalo de Coentrao: le pillan con una tonelada de marisco ilegal y casi pega a los periodistas
El exfutbolista portugués del Real Madrid abrió un vivero sin licencia y también se sospecha que ha extraído de forma irregular agua de mar
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Inspectores de la Dirección General de Recursos Naturales, Seguridad y Servicios Marítimos (DGRM) de Portugal incautaron este miércoles una tonelada de marisco vivo en un almacén ilegal del puerto pesquero de Póvoa de Varzim (ciudad costera próxima a Oporto) propiedad de Fabio Coentrao ... (36 años), exfutbolista del Real Madrid.
Según publica el diario 'Jornal de Noticias', los inspectores de la DGRM encontraron 12 tanques con agua de mar y llenos de langostas, camarones y, en su mayoría, centollos. De los 1.020 kilos, 760 no contaban con facturas que justificaran su captura. Los otros 260 kilos sí poseían la documentación necesaria, pero el establecimiento no contaba con licencias para operar, comercializar o vender marisco de piscifactoría.
Además, también existen sospechas de extracción ilegal de agua directamente del mar. Todo ello ha sido notificado a la Autoridad de Seguridad Económica y Alimentaria (ASAE), que es el organismo encargado de ordenar la clausura del vivero ilegal. Además, el exinternacional portugués afronta una posible multa.
Coentrao, siempre polémico, no se tomó demasiado bien ni la inspección ni la noticia. Y, según el canal de noticia luso 'Sic Noticias', «amenazó con romper la cámara» a los reporteros que acudieron a su vivero.
Fábio Coentrão ameaçou repórteres da SIC a propósito de este ter sido alegadamente apanhado com uma tonelada de marisco ilegal. O ex-internacional português ameaçou também partir as câmaras de filmar, no local da reportagem. #Futebol #RealMadrid #Benfica #Sporting
— Olhar do Invisível (@olhar_invisivel) January 16, 2025
Via ::… pic.twitter.com/2PI9Jx3euq
El Real Madrid pagó 30 millones al Benfica por el fichaje Coentrao en el año 2011. En 2015 fue cedido al Mónaco, y regresó la temporada siguiente al club blanco, donde permaneció hasta 2017. Como defensa madridista ganó dos Copas de Europa, dos Ligas, una Copa del Rey, dos Supercopas de Europa y tres Mundiales de Clubes. Cerró la carrera profesional en su país, concretamente en el Sporting de Lisboa y en el Rio Ave, club donde se formó.
Tras retirarse, confesó su pasión por el mar. Y adquirió una flota de barcos: «Mi padre tenía un barco, se dedicaba a la pesca y siempre iba con él de pequeño. Mi vida era el mar: el mar y pescar. Por supuesto, sabía que el fútbol un día acabaría y que debería tomar una nueva dirección en mi vida. Y mi felicidad es esta embarcación y esta es la vida que quiero llevar».
«La vida en el mar no es ninguna vergüenza, como mucha gente piensa. Es un trabajo como otro cualquiera. No solo eso. El mar es precioso y lo necesitamos, tiene que haber gente trabajando aquí y la profesión debe ser respetada como cualquier otra», añadió entonces el exfutbolista luso.
Antes de eso, durante su etapa como deportista de élite, Coentrao ya era un jugador especial. Dentro y fuera del campo. Protagonizó varias anécdotas y escenas muy comentadas por los aficionados.
Por ejemplo, al luso le pillaron fumando en marzo de 2012. Una web especializada en información sobre su paisano Cristiano Ronaldo —entonces también miembro de la plantilla del Real Madird— le cazó cigarrillo en mano durante la fiesta de su 24º cumpleaños.
Otro ejemplo, un año después, esta vez de índole futbolística. José Mourinho, entrenador también portugués, le dejó fuera de la lista de convocados para el partido de Liga ante el Espanyol en Barcelona. Coentrao no se enteró y minutos antes del encuentro quiso sentarse en el banquillo merengue con el resto de suplentes. Tuvo que ser Xabi Alonso quien le recordó que debía abandonar el campo de juego y ver el choque desde la grada.
Ya de regreso a Portugal, siendo jugador del Río Ave es famosa su imagen bajándole los pantalones a un rival del Benfica que se negó a darle la mano para ayudarle a levantarse tras caer al suelo después de una jugada.
— @scof1904 (@bckscoff1904) January 16, 2025
Aquella fue una escena simpática. Nada que ver con lo sucedido ahora en el vivero de Povóa de Varzim. No tiene ninguna gracia y puede salirle muy caro a Coentrao.
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