Fútbol
Pantic, la leyenda escorada
Copa del Rey
Héroe inesperado del 96, estandarte anti Barça (siete goles), desde hace un año se declara «desconectado» del Atlético, justo tras su mediático encontronazo con Simeone
Copa del Rey: cuadro del torneo

Ganó fama escorado a las bandas, con sus recortes endiablados y sus centros y faltas laterales letales, y desde las esquinas, con aquellos córneres desde los que usaba a sus compañeros como prolongación al gol. Hizo historia con su diestra hechicera a balón parado. Tanto ... fue así que, transcurridos cerca de 30 años de sus hazañas, todavía 'el ramo de Pantic' sigue siendo depositado por Margarita antes de cada partido en el córner del fondo sur del Metropolitano.
Fichado casi en su senectud futbolística (llegó del Panionios griego ya con 29 años), se encargó personalmente de mandar vídeos suyos a Radomir Antic para acabar de convencerle de que su guante en la diestra era justo lo que necesitaba. El técnico defendió ante Jesús Gil que estaba dispuesto a pagar el fichaje de su compatriota de su propio bolsillo. No hizo falta, y al presidente colchonero le salieron increíblemente baratos los 75 millones de pesetas (450.000 euros) que invirtió por aquel mediapunta liviano que firmó 17 goles la mágica temporada del doblete de 1996 (sólo por detrás de los 22 de Penev), además de innumerables asistencias.
Sus actuaciones contra el Barça le encumbraron sobremanera. Su gol de cabeza en la final de Copa del Rey le valió que Gil le erigiera un busto. Ya en el Calderón, en el primer envite de Liga, dio una exhibición exigiendo a Lopetegui todo tipo de intervenciones, además de una falta directa (su especialidad) que estrelló en la madera.
Pero su actuación estelar llegó una noche de marzo de 1997. Cuartos de final de Copa del Rey, 2-2 como precedente en la ida en el Calderón, y Sole (apelativo que le puso su abuela de niño) se desataba marcando cuatro goles en el Camp Nou. Uno de oportunista; otro un golazo desde fuera del área; el tercero de penalti; y completaba el póker picándola sobre la salida de Vítor Baía. Pero el serbio deberá contar a sus nietos que, pese a tamaña gesta, el Barcelona terminó remontando aquel partido (5-4) y eliminó al Atlético. Era el Barça de Guardiola (de corto), de Iván de la Peña, de Luis Figo, de Pizzi o de Ronaldo Nazario, que en esa cita hizo un hat trick.
De hecho, Pantic asistió al debut de Ronaldo en España, en un 5-2 en la Supercopa, donde el brasileño hizo un doblete y Milinko replicó un gol. Como curiosidad, Sole sabe lo que es marcar al Barça en el Metropolitano. Aún era el estadio olímpico de La Peineta (sólo estaba construida la grada del lateral de preferencia) y marcó un golazo, de falta cómo no, en el intento de remontada de la vuelta (3-1).
Con semejante historial, Pantic es un personaje más que significativo para una previa de un Atlético-Barcelona de Copa del Rey. Pero Milinko no quiere hablar. Como en otras ocasiones, desde ABC intentamos contar con su testimonio, pero actualmente se declara «totalmente desconectado» del Atlético.
Desde hace aproximadamente un año el serbio ha desaparecido de los medios y apenas emerge con cuentagotas con motivo de la presentación de algún campus o de compromisos publicitarios (es embajador de LaLiga). Decidió dejar su faceta como comentarista en Radio Marca a raíz de un encontronazo con Simeone. Durante una retransmisión, Pantic cuestionó que el Cholo hubiera situado a Llorente como delantero en vez de dar la oportunidad a algún canterano, hecho por el que le preguntaron al técnico argentino en la rueda de prensa post partido argumentando que «leyendas como Pantic» habían criticado esta decisión, a lo que el Cholo respondió con un sarcástico: «¿Quién? Leyenda es Luis Aragonés».
El ramo en el córner
Pantic jamás entró a contestar este ninguneo por parte del que fuera su compañero de vestuario entre 1995 y 1997 y con quien se entendía a la perfección sobre el verde. El desencuentro entre ambos nació cuando Simeone aterriza en el banquillo del primer equipo en diciembre de 2011. Pantic era entonces el entrenador del filial, y desde ese momento la relación entre ambos pasó a ser muy fría, hasta el punto de reconocer públicamente al final de esa temporada que «el Cholo puso mucha distancia entre nosotros desde el primer día».
Desde entonces, han sido varias las oportunidades en las que el serbio ha manifestado que el fútbol de Simeone no le gustaba y que tenían «maneras muy diferentes de pensar». Este miércoles, en el duelo decisivo ante el FC Barcelona, el ramo de Pantic seguirá vigilando su córner, pero la leyenda del serbio se ha visto mucho más esquinada.
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