Suscríbete a
ABC Cultural

'El fantasma de la Ópera' estrena en Madrid una nueva producción

El mítico musical de Andrew Lloyd Webber vuelve a la capital en un montaje dirigido por Federico Bellone y protagonizado por Gerónimo Rauch, Talía del Val y Guido Balzaretti

Antonio Banderas apadrina la nueva producción española de 'El fantasma de la Ópera'

Talía del Val y Gerónimo Rauch, en la escena 'Música en la oscuridad', de 'El fantasma de la Ópera' ABC
Julio Bravo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En Londres, 'El fantasma de la Ópera' ('The Phantom of the Opera') se estrenó en septiembre de 1986 y sigue en cartel desde entonces -con el obligado paréntesis del Covid-: treinta y siete años. En Nueva York se estrenó en enero de 1988 y hace tan solo unos meses tuvo que bajar el telón después de treinta y cinco años, pero se mantiene como el musical más longevo de Broadway, con casi 14.000 funciones. Se ha presentado en 186 ciudades de 41 países, ha sido traducido a 19 idiomas y lo han visto más de 160 millones de espectadores en todo el mundo. Se trata, sin ninguna duda, de uno de los grandes títulos de la historia del teatro musical, todo un mito hoy en día.

La obra que concibieron Andrew Lloyd Webber (música), Charles Hart y Richard Stilgoe (libreto y letras), a partir de la novela homónima de Gaston Leroux vuelve a Madrid -concretamente al Umusic Hotel Teatro Albéniz-, donde estuvo ya hace veintiún años. La novedad es que en esta ocasión no se trata de una franquicia (una réplica clavo por clavo y movimiento por movimiento del original londinense), sino de una nueva producción llevada a cabo por Let's Go Entertainment, con la supervisión de Amigos para siempre, la compañía que crearon y lideran el propio Lloyd Webber y Antonio Banderas.

La producción lleva la firma de Federico Bellone, con la dirección musical de Julio Awad; llega a Madrid después de haberse estrenado en Trieste (Italia) este verano, y la presencia del compositor en una de las funciones fue saludada, cuenta Bellone, con un «¡Viva Webber!», recordando aquel «¡Viva Verdi!» con que se vitoreaba al autor de 'La traviata' en las calles de Milán (con un significado político que el grito actual no tiene).

Uno de los sellos del montaje original era su espectacularidad; su punto álgido era la caída sobre el público, al final del primer acto, de la gran lámpara del teatro de ópera en el que se desarrolla la acción. Casi cuatro décadas después, la tecnología permite otro desarrollo para la puesta en escena, cuya escenografía -realizada en cuatro países diferentes- combina los decorados corpóreos (que incluyen un escenario giratorio) con los telones pintados a mano.

Gran reparto

El prometedor reparto incluye a varias de las más destacadas figuras del teatro musical español. A Erik, el Fantasma, lo encarna Gerónimo Rauch, argentino afincado hace muchos años en nuestro país, y que ya interpretó el papel en el West End londinense. Completan el trío de protagonistas Talía del Val (Christine) y Guido Balzaretti (Raoul) y el resto de los papeles principales los encarnan Marta Pineda, Francisco Ortiz, Omar Calicchio, Laura Martín, Silvia Luchetti y Enrique del Portal. Estos dos últimos formaron parte del elenco que estrenó la obra en Madrid hace dos décadas; ella fue entonces Christine y él repite papel, Monsieur André: «Ahora sí que estoy en la edad del personaje», bromea Del Portal, que coincide con Luchetti en que resulta muy emocionante interpretar de nuevo esta obra.

Talía del Val -que interpreta el papel que Andrew Lloyd Webber escribió para Sarah Brightman, entonces su mujer- tenía este papel en el punto de mira. «Para cualquier artista que se dedique al teatro musical es un hito. Y para mí personalmente una realización personal y profesional», dice a ABC.

«Christine, tal y como la hemos trabajado Federico Bellone y yo, es una mujer más real de como yo la había visto en la producción original -explica la intérprete-. No es perfecta, su presentación es caerse al suelo, y me encanta, me parece mucho más interesante que no sea una heroína sino una chica a la que su padre, antes de morir, le promete que le va a enviar a alguien que la cuide; ella realmente oye voces, lo siente así, cree en ello y lo necesita. Cuando aparece Raoul, que encarna el mundo real, la tierra, se debate entre los dos. Pasa por muchos estados anímicos y eso es muy interesante para una actriz». Y está, claro, la música, que lleva, dice, las emociones en volandas.

Caracterización

Gerónimo Rauch, por su parte, ha tenido un trabajo que él define como «complicado»: desaprender lo aprendido cuando encarnó al Fantasma en Londres. «El concepto del personaje es distinto, y también el subtexto que trabajé con Harold Prince, el director de la producción original. Fue maravilloso, por supuesto, poder hacerlo, pero desaprender ha sido toda una aventura. Este Fantasma tiene mucho más de mí, de mis emociones, y eso me satisface mucho... Y me agota». sonríe.

Convertirse en el Fantasma de la Ópera le lleva al intérprete de momento cerca de una hora «Con la práctica, llegaré a hacerlo en cuarenta minutos, e mismo tiempo que en Londres». Y es que debajo de la máscara blanca lleva una prótesis para mostrar en un momento determinado de la función el rostro deformado del protagonista. «Las técnicas de caracterización, lógicamente, han evolucionado mucho en estos 36 años; llevo una prótesis igual que las que se pueden usar en el cine, si me hicieran un primer plano sentirías que me puedes tocar la carne. Es maravilloso, porque cuando Christine me quita la máscara, siento que la gente está viendo dentro de mi rostro».

Y es que el personaje que encarna Gerónimo Rauch tiene nombre, aunque solo se le mencione como 'El fantasma'. «Es una persona -dice el actor- que fue castigado, casi esclavizado, y tratado como un 'freak' por su deformidad. No ha recibido amor nunca; su madre lo cubrió antes que acunarlo. Es una de las frases que más identifican al personaje y una de las que más me quiebra cuando la canto. No ha sido educado bajo los mismos cánones que muchos seres humanos tenemos, y que por tanto no tiene noción de lo que es el bien y el mal. Ama con intensidad y odia de la misma forma. Hay que dejar las tripas para defenderlo».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación