Iván Ferreiro: «Hay inteligencia artificial, pero nunca existirá la sensibilidad artificial»
El músico vigués rompe un silencio discográfico de siete años con 'La trinchera Pop'
La queja de Iván Ferreiro contra el Benidorm Fest por olvidarse de Tanxugueiras: «Vaya broma de jurado»

Admite el ya cincuentón Iván Ferreiro que ha «tardado un rato» en sacar nuevo disco. Siete años. Pero es que hace falta tiempo para cambiarlo todo de forma que nada cambie. En 'La trinchera pop' que ha cavado mano a mano con ... su hermano Amaro, las herramientas utilizadas ya no han sido la guitarra ni el piano sino «las máquinas», en un proceso creativo radicalmente diferente al que guio anteriores álbumes, pero que ha buscado lo mismo de siempre: hacer canciones mejores que las que ya habitan su repertorio.
¿Ha sido esta su mayor revolución a nivel creativo?
Ha sido una más, pero supongo que tiene la acumulación de todas las experiencias anteriores, y por eso tal vez haya estado más fino a la hora de saber lo que quiero. Tiene que ver con crecer, con depurarse uno mismo.
Sentirse perdido es una sensación que casi siempre aparece en algún momento cuando se está haciendo un disco, y puede bloquear. Pero intuyo que en esta ocasión ha podido ser una herramienta más para llegar a lugares inesperados.
A medida que crezco, me voy dando cuenta de que tengo que tener menos control sobre ciertas cosas y dejar que ocurran sin más. En este disco hemos experimentado sin tener una dirección clara. Sólo sabíamos qué es lo que no queríamos hacer, y a partir de ahí hemos ido probando. Eso me ha permitido generar sorpresas para mí mismo y guardarlas en el ordenador para poder valorarlas pasado un tiempo. He dejado que el azar juegue más, pero la experiencia me ha permitido discernir qué es lo que me emociona y lo que no.
Construir a partir de «máquinas» le habrá acercado a la música concreta, la que no se plasma en un papel.
La música concreta siempre me ha gustado. Desde la gira del disco anterior, 'Casa', tenemos una banda que toca súper bien, y en ese sentido cada vez vamos más sueltos, porque yo nunca les digo a los músicos lo que quiero que hagan. En 'La trinchera pop' he querido aplicar eso a mí mismo a través de la electrónica, para encontrar lo que busco en medio de ese caos ordenado.
'La trinchera pop' puede tener varios significados, y uno puede ser 'fanatismo'. La trinchera desde la que atacar lo que no te gusta.
Algo de eso hay, algo de eso hay... La trinchera es el sitio donde te refugias, pero también el sitio desde donde atacas. También tiene que ver con el compromiso, con lo que yo considero que debe ser hacer pop. Pero sin querer atacar, porque últimamente no estoy yo para atacar a nadie. No creo que la sociedad esté para más ataques. Creo que estamos desesperados por encontrar empatía.
Es que el enfrentamiento cansa mucho.
Es agotador, es horrible. Parece que si eres actor tienes que atrincherarte para defenderte, para justificar que tienes un trabajo digno. Si eres periodista igual, y si eres músico igual. Tienes estar constantemente explicando por qué haces esto y no aquello, porque si no te encasillan, te meten en una trinchera. Por eso he querido que mi disco sea una trinchera de amor. No de amor romántico, sino hacia las personas.
Y lo consigue: es un disco que va a acompañar muy bien a mucha gente con sus pensamientos, incluso aunque sean chungos.
Esa era mi idea. Que sea uno de esos discos que ayudan al oyente a encontrarse a sí mismo, para que pueda decidir qué es lo que siente con su cerebro y su sensibilidad. Por eso, el disco en realidad es muy poco dogmático.
Define la filosofía de una forma muy terrenal: es lo que ocurre cuando intentamos entender el mundo. Cuanto más incomprensible es el mundo, ¿más duele pensar?
Y sentir. Por eso cada vez queremos pensar y sentir menos, y por eso a veces nos parece tan legítimo el odio, mucho más que el amor. Está todo tan raro, tan raro, tan raro, que no sabemos ni qué sentimos, y preferimos no darle demasiadas vueltas.
Después de hacer un disco «con máquinas», ¿se atrevería a hacer uno con inteligencia artificial?
No tiene por qué ser malo, creo que al final será una herramienta más. Igual un día le pido que me haga una canción a lo Ferreiro, y me quedaré con lo que me guste. Como compositor no me da ningún miedo, porque nunca existirá la sensibilidad artificial.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete