El nudo gordiano de la casa de Aleixandre
El plan de la Comunidad de Madrid para salvar Velintonia tras 40 años de abandono
Las puertas abiertas de Velintonia: ABC visita la casa del Nobel
«Llama la atención que el Ministerio de Cultura nunca haya tomado la iniciativa en Velintonia ni en el archivo del poeta»

Después de cuarenta años de abandono, para cualquier ciudadano culto –y más para los poetas de varias generaciones–, la casa de Vicente Aleixandre en Velintonia, 3, era allí donde habita el olvido. Para los más cercanos, quienes fueron sus amigos, como leíamos en ABC ... Cultural el sábado pasado, sigue siendo la sombra del paraíso... perdido.
La política cultural española ha tenido aparcado este problema, la digna memoria de un premio Nobel, que tampoco nos sobran, de manera inexplicable. El olvido se enmarañó con las décadas por la propiedad dividida, por el alto precio del inmueble y por el deterioro. Cada vez era más difícil. Las tres administraciones apeladas: local, regional y estatal, no han hallado hasta ahora una solución conjunta.
Ayer se anunció un cambio tangible: la intención de protección máxima y adquisición por parte del consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco. Esto supondrá un acuerdo con los herederos y una rehabilitación respetuosa para que la casa del poeta tenga un fin cultural, que deberá concretarse más adelante. ¿Será casa de la poesía, centro de estudios, base de su archivo? Se verá. Ese archivo ya recibió la máxima protección hace poco más de un año y medio, gracias a la entonces consejera Marta Rivera de la Cruz, de modo que la memoria literaria del poeta podrá ser estudiada y editada como merece su obra.
Llama la atención que el Ministerio de Cultura nunca haya tomado la iniciativa en Velintonia ni en el archivo, y que las buenas palabras de los últimos ministros hayan quedado en nada. Uribes, Iceta y Urtasun han tenido el tema sobre la mesa inútilmente. Mientras, se han dado cada año 210 millones al bono cultural joven y de 20 en 20 a Barcelona por la cocapitalidad, por citar dos partidas ministeriales al azar. No había 3 o 4 millones para Velintonia. Cuestión de prioridades. Urtasun ayer iba con el paso cambiado.
Se entiende. Aleixandre es la memoria del 27 y también la de la Transición, la reconciliación de los españoles fue más fácil porque en Velintonia el Nobel de 1977 había recibido siempre a todos, escuchaba a todos los poetas jóvenes. No hay mejor memoria para la democracia que ese espacio intangible de tolerancia y respeto –eso es cultura–. La Comunidad de Madrid ha roto el nudo gordiano de la casa de Aleixandre. Ahora ya no pueden fallar.
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