CrĆtica De:
'El buen mal', de Samantha Schweblin: respirar tras la ola
narrativa
Sin prescindir del humor, la autora argentina sacude con unos relatos en los que es tan importante lo visible como lo invisible
Otros textos de la autora

La literatura de algunos autores no acaba en sus libros; se completa en la cabeza del lector. Es el caso de Samanta Schweblin (Buenos Aires, 1978), cuya prosa consigue ser a la vez precisa y evocadora. Para atravesar la atmósfera densa que envuelve sus ... historias, Schweblin guĆa al lector, absorbiendo toda su atención, pero serĆ” este quien deba encontrar por sĆ mismo la grieta exacta por la que se cuela la luz: el instante de revelación.
Los protagonistas de los seis relatos de āEl buen malā asisten a un prodigio parecido: un hecho desconcertante irrumpe en sus vidas para sacarles de la inercia que les impide entender lo que aun teniendo delante no son capaces de ver. Tras el impacto, tambiĆ©n llega la serenidad que ni siquiera sabĆan que anhelaban.
RELATOS
'El buen mal'

- Autora Samantha Schweblin
- Editorial Seix Barral
- AƱo 2025
- PƔginas 208
- Precio 19,90 euros
Autora de otros cinco tĆtulos compuestos por novelas y relatos, entre los que destaca el celebrado volumen āSiete casas vacĆasā, Schweblin publica un nuevo libro de cuentos, āEl buen malā. Comienza con una imagen poderosa: una mujer se arroja al agua lastrada por un cinturón de piedras. Que regrese a la superficie y continĆŗe con su vida, enfrentĆ”ndose a la cotidianidad de la que forman parte dos niƱas y un marido distraĆdo, sin que ellos se percaten de nada y sin aclararse del todo si ha sobrevivido, produce en el lector una inquietud que se intensificarĆ”, como en otros relatos del libro, con la aparición de un intruso.
Se trata de un vecino de modales feroces que no tarda en adivinar lo que le ha sucedido a la mujer. Entre ellos se establece una conexión tensa y misteriosa, de efectos tan dolorosos como liberadores. Las historias que siguen mantienen un armazón similar, aunque la manera en que transcurren es única y deslumbrante cada vez. Una mujer recibe la llamada de una vieja amiga que necesita hablar de la noche en la que su hijo sufrió un dramÔtico accidente, veinte años atrÔs. Una escritora consuela a otra por la muerte de su gato, mientras su propio marido yace gravemente enfermo. Un niño cuenta algo que le sucede con dos años que trastoca su vida y la relación con su padre para siempre.
Su prosa es precisa y evocadora para atravesar la atmósfera densa de sus historias
Dos hermanas ayudan a una poeta alcohólica y suicida a recuperar la inspiración. Un desconocido invade la intimidad de la mujer que ha acogido en casa a su madre. Seis relatos recorridos por el malestar, la culpa y la incomunicación que sólo se consiguen mitigar a través de la intervención abrupta de una figura extraña que altera eso que llamamos normalidad.
Sin prescindir del humor, que a menudo se abre paso en el absurdo, y con la premisa de que Ā«Lo raro siempre es mĆ”s ciertoĀ» āla frase de Silvina Ocampo que abre el volumenā, Schweblin sacude al lector con unos relatos en los que es tan importante lo que se ve como las fuerzas invisibles que conectan lo inexplicable a la verdad.
Canalizada a travĆ©s de niƱos, ancianos o animales, esa energĆa tambiĆ©n se transforma en agua, una presencia amenazante en varios cuentos y en especial en uno de los mĆ”s conmovedores, āLa mujer de AtlĆ”ntidaā. Su protagonista se enfrenta a una gran ola sumergiendo la cabeza para emerger poco despuĆ©s respirando profundamente y con alivio. Lo mismo le sucede al lector de estos relatos que dejan sin aliento.
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