¿Qué pasó en el verano de 1909 en España?
Dicen que en los meses estivales no hay noticias, pero aquel año se produjeron alguno de los avances sociales más importantes del siglo XX y las revueltas más sangrientas que se recuerdan
El año 1909 es crucial en la historia de España, y es sus meses de verano se concentraron la mayoría de sus acontecimientos. Tal fue la tensión acumulada durante la primavera con los más arriscados ataques contra el Gobierno de Maura, por un lado, y una efervescente agitación social por parte de los anarquistas de Barcelona, por otro, que la muerte del gran pianista Isaac Albéniz el 18 de mayo tuvo la repercusión que merecía.
Comienza uno de los veranos más intensos que se han vivido en la España del siglo XX. No hay un solo mes que transcurra con tranquilidad, entre avances sociales que cambiarán nuestra historia y revueltas callejeras que nos dejarán una profunda cicatriz (además de decenas de muertos) que no se cerrará en las próximas décadas.
Entre los primeros, el más importante será se produce el 28 de junio, cuando el Gobierno establece la enseñanza elemental obligatoria. No hay más excusas para los niños. Hay que ir al colegio, y punto. El objetivo es acabar con la explotación y el analfabetismo entre los niños de 6 a 12 años, que tendrán que acudir a una escuela pública o privada, o recibir clases en sus domicilios. Los padres serán los responsables de que se cumpla y los ayuntamientos de publicar cada año la lista de los niños que, según el padrón, deberán escolarizarse. Cuidado, cada falta no justificada se castiga con una multa que puede ir de los 5 céntimos a las 20 pesetas.
La sangrienta semana de Barcelona
A estos avances se sumaron otros no menos importantes en el ámbito social, como la supresión del derecho a librarse de la mili pagando una cantidad o la legalización de la huelga.
A partir del 4 de agosto de 1909 el servicio militar será obligatorio para todos los hombres, acabándose con un derecho que era calificado como el «impuesto de sangre para los pobres y el impuesto en dinero para los ricos», ya que suponía comprar y vender el riesgo a perder la vida. Tal medida permanecerá vigente hasta la supresión de la mili durante el Gobierno de José María Aznar, en 2001.
No menos importante será la legalización de la huelga, que más allá de su innegable valor social, traerá consigo, también en este verano de 1909, una de las revueltas más importantes del siglo: la Semana Trágica de Barcelona. Las protestas en Cataluña, entre el 26 de julio y el 2 de agosto, por la decisión del Gobierno de enviar reservistas a la Guerra de Marruecos, dejó en la Ciudad Condal y saldo de más de 80 muertos, medio millar de heridos y más de 100 edificios incendiados, a la que después se impuso una dura represión que acabó con cientos de detenidos, la ejecución del dirigente catalanista Francisco Ferrer i Guardia y más de 2.000 exiliados.
Y por si fuera poco, un día después de comiencen las revueltas en Barcelona, el Ejército español sufrirá en la Guerra de Marruecos una de las derrotas más importantes de su historia, el Desastre del Barranco del Lobo, en un lugar próximo a Melilla. Más de 1.300 soldados perderán la vida. «En el Barranco del Lobo hay una fuente que mana
sangre de los españoles que murieron por España», decía poco después una copla popular. ¿Se imaginan hoy un verano tan intenso? Por suerte, no.
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