salud
Carmen Paradas: «Nadie está libre de desarrollar ELA y por eso esta investigación es tan importante»
La neuróloga sevillana coordina un proyecto pionero (SEED) que reúne a 27 grupos de investigación básica y clínicos, financiado con 4 millones de euros: «No estamos yendo hasta la diana terapéutica adecuada y por eso necesitamos un nuevo enfoque»
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Carmen Paradas dirige la Unidad de ELA del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, referencia a nivel nacional y europeo, y es jefa de grupo en el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED). Esta neuróloga sevillana es también una de las ... coordinadoras e investigadoras principales del proyecto SEED ALS (Synergizing Efforts to Develop and Accelerate Breakthroughs in ALS Research), una ambiciosa iniciativa que reúne a los principales equipos de investigación en Esclerosis Lateral Amiotrófica de España con el objetivo es mejorar el abordaje de la enfermedad e impulsar avances significativos en su investigación.
El proyecto, al que se van a destinar unos 4 millones de euros de fondos públicos del Instituto de Salud Carlos III, ha logrado reunir a 27 equipos de investigación básicos y clínicos de trece comunidades autónomas españolas y que abarcan todas las unidades de referencia nacionales (CSUR) y europeas (ERN EURO-NMD) en ELA.
-¿Cuántos pacientes de ELA podrán participar en este proyecto?
-Participamos las siete unidades de referencia a nivel nacional, que incluye cinco europeas, con lo que esperamos poder reclutar a un gran número de pacientes en un espacio corto de tiempo, algo difícil para una enfermedad rara. La idea es recopilar datos de 600 a 800 pacientes. Se trata de un esfuerzo conjunto, en el que unimos fuerzas muchos grupos, todo con dinero público. Aunque nosotros pongamos las manos y nuestro trabajo, el esfuerzo es de toda la sociedad y queremos que la sociedad sienta este proyecto como propio.
-¿Cuánto tiempo tardará SEED en obtener algún resultado?
-Por estudios previos se sabe que son múltiples los mecanismos implicados y alterados en la ELA. La idea es que, en los dos años que dura el proyecto, se recopile la mayor cantidad posible de datos. En la parte clínica, vamos a recopilar muestras de sangre, músculo, ADN y también información clínica, antecedentes, cómo ha evolucionado la enfermedad, el historial médico previo. Todo eso lo vamos a volcar en una base de datos común. Los grupos de ciencia básica recopilarán datos sobre aspectos metabólicos, genéticos, de expresión de proteínas, que vamos a poder estudiar. Finalmente, los datos clínicos, junto con los datos básicos, los vamos a integrar aplicando inteligencia artificial, para lo que contamos con el centro de Supercomputación de Barcelona (BSC), y vamos a intentar averiguar algo más de por qué un paciente desarrolla ELA.
-Hasta ahora se han realizado más de 300 ensayos clínicos para probar fármacos en la ELA y solo uno resultó ser eficaz, aunque de manera muy limitada. ¿Qué significa esto?
-Que lo que falla es la base y que no estamos yendo hasta la diana terapéutica adecuada. Y para que nos acerquemos a ella es necesario averiguar los mecanismos de la enfermedad, qué ocurre en el organismo de una persona con ELA antes de que esta se desarrolle. Y eso es precisamente lo que tratamos de conseguir con SEED. Queremos conocer esos mecanismos para probar o diseñar fármacos específicos, porque hasta ahora no hemos tenido éxito. Pero insisto en que no se trata de ensayos clínicos, sino de conocer mejor la enfermedad para afinar más con los fármacos, que se centrarán además en la ELA esporádica, es decir, aquella que representa el 90% de los casos y cuyos mecanismos aún se desconocen, En un 10 por ciento de los casos de ELA se sabe que son a causa de una determinada mutación, de modo que la diana ya la tenemos y un diseño de fármacos mucho más específicos que van a en esta línea. Pero nosotros vamos al otro 90%, del que no sabemos el origen, en el que intervienen aspectos metabólicos y genéticos, de predisposición genética, que es algo que sabemos que influye en todas las enfermedades degenerativas.
-Se trata de un enfoque innovador.
-A diferencia de otras enfermedades, no hay ningún factor causal único que sepamos que provoque la enfermedad o la active. Serán múltiples factores medioambientales, genéticos, de estilo de vida, etcétera,y por eso es necesario este tipo de investigación. Buscamos entender las alteraciones moleculares de la ELA mediante el manejo de datos masivos en un trabajo unificado y cooperativo entre diferentes disciplinas. En lugar de centrarnos en incluir la mayor cantidad de casos o la validación de biomarcadores individuales, nos concentraremos en definir un número finito de muestras longitudinales representativas de la heterogeneidad de la enfermedad, que proporcionen suficiente potencia estadística para determinar los factores metabólicos y moleculares claves en el desarrollo y progresión de la ELA. En los pacientes con ELA hay alteraciones metabólicas muy importantes. Lo que queremos saber es qué pasa antes, adelantarnos y ver si hay algún factor de riesgo o una combinación, porque lo que tenemos claro es que la ELA no la provoca una sola cosa, si no ya lo sabríamos . Y eso es lo que queremos desentrañar, qué combinación de factores metabólicos, tóxicos, genéticos, de calidad de vida, antecedentes médicos, facilitan que se desarrolle. Si logramos acercarnos a ese objetivo, podremos detectar riesgo de enfermedad e incluso diseñar estrategias de prevención modificando esos factores cuando se identifiquen.
-¿Es optimista?
-Se trata de plantar una semilla con muchísimos datos y mucha información que se podrá enriquecer con proyectos posteriores. Es muy probable que en dos años no dé todos los frutos que nos gustaría, pero será de utilidad para los que sigan estudiando la ELA en el futuro.
--Serán más de cien investigadores implicados.
-Sí. Hace falta investigar más pero efectivamente es una enfermedad rara y esto hace que no se investigue todo lo que se debiera.
-¿Cree que la ELA se podrá curar algún día?
-Hoy no hay tratamiento y sería un objetivo demasiado ambicioso en este momento, pero hoy sí podemos poner el acento en la ralentización de la enfermedad y en conseguir más años de vida y de buena calidad. Convertir la ELA en una enfermedad crónica sería un objetivo viable porque hablar de curación es muy difícil en una enfermedad que ya ha producido un gran daño neuronal cuando se logra diagnosticar.
-¿Se puede acelerar el diagnóstico para evitar esos daños?
Se suele tardar un año en el diagnóstico. Con este proyecto trataremos de reducirlo lo máximo posible porque eso nos permitirá ralentizar la enfermedad actuando antes. Aunque no haya un tratamiento curativo, si aspiramos a lograr fármacos que pueden frenarla en algunos casos. Los síntomas son muy heterogéneos al inicio, un problema en el habla, en un pie, en un brazo, o dificultad para tragar. Tenemos que acelerar el diagnóstico y para eso tenemos que saber más cosas sobre la enfermedad. Una buena noticia sobre la ELA puede venir de un solo grupo de investigación pero una noticia verdaderamente importante vendrá de la colaboración de muchos grupos. por eso es tan importante este proyecto.

-Usted ha trabajado en universidades de Columbia y Tokio. ¿Es en esos lugares donde más se sabe de la ELA?
-Ambos son centros muy importantes en el estudio de ELA, pero centrado en el estudio de aspectos concretos.No creo que haya ningun centro del que se pueda decir que es el que "más sabe sobre la ELA", es la colaboración entre todos los que hace se llegue al conocimiento global máximo. El Instituto de Biomedicina de Sevilla y la Unidad del Virgen del Rocío son referencia nacional e internacional en la atención a pacientes con ELA, y en el SEED-ALS somos dos investigadores principales, uno es Adolfo López, de Bio Donostia, y otra yo, del IBIS-Virgen del Rocío. Pero sin la colaboración de el resto de grupos nacionales, este proyecto no sería posible.
-La ley ELA aprobada en el Congreso alude a la creación de una sección específica de investigación en el Instituto Carlos III.
-Sí. Y ya se han puesto en contacto con nosotros y otros neurólogos para empezar a articular la manera de aplicar ya la ley. Esperamos que se haga pronto.
-¿Las donaciones de los pacientes serán importantes para esta investigación?
-Las donaciones de tejidos de pacientes son muy importantes para la investigación y para buscar el origen de una enfermedad multifactorial como la ELA. La generosidad de los pacientes nos ayuda mucho. También la donación de cerebro de pacientes fallecidos con ELA nos puede ayudar a entender esta enfermedad.
-Ha dicho alguna vez que con «esos milímetros de músculos se avanzan kilómetros enteros de investigación».
-Sí. No podemos desfallecer y no lo haremos. Soy especialista en enfermedades neuromusculares y quizá no haya una enfermedad más cruel que la ELA, pero nosotros no ponemos el énfasis en esto ni en la imposibilidad de curarla sino en el trayecto. Intentamos que el paciente esté informado y acompañarle en todo ese viaje con todo el soporte médico y psicológico. En el Virgen del Rocío somos una unidad multidisciplinar que cuenta también con profesionales de salud mental. El diagnóstico se va dando a medida que se van haciendo las pruebas y tenemos formación en psicología para hacerlo. Es una noticia tremenda que causa un gran impacto en el paciente y en su familia. A ellos también les tenemos que dar apoyo psicológico.
-Todos los pacientes se quejan de que llega un momento en esta enfermedad en que la opción es no vivir o vivir y arruinar a sus familias por el elevado coste de los cuidados desde que no pueden respirar por sí mismos y necesitan unos respiradores para seguir viviendo.
Informamos en todo momento a los pacientes y ellos son los que toman las decisiones. Nosotros respetamos su voluntad. Cuando llega el momento de un soporte respiratorio, que puede ser invasivo o no, ellos deciden. Los respiradores se los facilitamos en el hospital pero es verdad que los cuidados que precisa la enfermedad a partir de ese momento son muy elevados. La ley de dependencia ayuda a paliarlos en parte, pero es un gran coste para las familias. Si el paciente no quiere seguir y pide la aplicación de la Ley de Eutanasia, respetamos, por supuesto, su voluntad de acuerdo con la legislación que tenemos y les acompañamos también en esa decisión.
-Los pacientes han hecho un gran esfuerzo por dar visibilidad a esta enfermedad. No sólo Francisco Luzón o Juan Carlos Unzué sino muchos más.
-Este esfuerzo es muy importante y lo están consiguiendo. Es necesario darle visibilidad a la ELA. Cualquiera de nosotros puede sufrir esta enfermedad y es importante invertir en investigación, y la inversión que se hace con fondos públicos sale de los impuestos de todos, es importante que todos tomemos conciencia de ello. Ninguno de nosotros está libre de padecerla en algún momento de su vida, e investigar ahora hará que los resultados nos puedan ayudar potencialmente a todos.
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