Quinientos trasplantes de corazón en el Virgen del Rocío
El corazón del «Kiki» acercó a la hermandad de la Estrella a las donaciones de órganos
El capataz de palio, hijo de Francisco Medina, es recordado por su hermano mayor, Manuel González Moreno, que destaca la colaboración con la asociación de trasplantados
El corazón de un capataz de palio, Javier Medina «el Kiki», acercó la hermandad de la Estrella a las donaciones de órganos. « Kiki» sufrió una enfermedad rapidísima de la que pudo salir con vida gracias a un trasplante. Después de recuperarse pudo ... sacar la Virgen durante dos o tres años, aunque poco tiempo después su estado de salud empeoró y falleció.
Javier, con 44 años, se trasplantó de corazón en febrero de 2002 por una miocardiopatía dilatada en fase terminal. Fue el único año que faltó a su cita con la Semana Santa. Ya recuperado, en junio pudo sacar al Corazón de Jesús por las calles de Nervión y en otoño tuvo el privilegio de llevar a la Virgen del Valle en su Coronación, según recuerda el doctor José Pérez Bernal.
« Es mi padre quien me enseña », decía. Su padre, su maestro, Francisco Medina « El Kiki» fue un gran costalero, mejor contraguía y extraordinario capataz. Su hijo se metió debajo de un paso en 1975 con 17 años, a escondidas de su padre. Llegó a coincidir con él como capataz durante 4 años en las Siete Palabras. Así lo recordaba Pérez Bernal: «Durante 20 años sacó a la Virgen de los Reyes, 16 como costalero. Ya en los últimos 4 años no podía hacer esfuerzos y salió de contraguía. Cuando entró en el quirófano para el trasplante llevaba una estampa de la Virgen de la Estrella atada a su pierna. Aunque está gastada, la enseña con una ternura difícil de entender en un hombre tan fuerte».
Manuel González Moreno , hermano mayor de la Estrella, cuenta la influencia del «Kiki» en su relación con los trasplantados. La Estrella, que cuenta con 6.500 hermanos, tiene a varios en sus filas. «Lo que ocurrió con "Kiki" nos hizo entrar en contacto con la asociación de trasplantados de corazón en 2005, de la que nos hicimos patronos, porque ellos ven muy bien reflejado el trasplantado en sus titulares -asegura-. Nuestro Padre Jesús de las Penas refleja esa zozobra que vive una persona durante su enfermedad cuando va empeorando y ve que no tiene fin ni solución, como si fuera una cruz. Y María Santísima de la Estrella refleja la luz, la alegría, el consuelo, la ilusión del trasplantado de empezar una nueva vida».
El paso de palio lleva el cirio de los trasplantados cuya candelería puso por primera vez el señor cardenal Amigo Vallejo . «La Amargura fue la primera y nosotros la segunda en llevar el cirio. Se coloca todos los años el domingo del Pregón y vienen todos los trasplantados. Se hace ya con muchas hermandades, incluso con otras de Gloria y del Rocío», cuenta el hermano mayor, que añade: «Mantenemos una relación muy bonita, hacemos una misa en la hermandad el 12 de diciembre (se celebró este sábado) a la que acuden cirujanos, cardiólogos y enfermeros del Virgen del Rocío , enfermeros. Canta el coro y es una fiesta para todos».
Todos los trasplantados son como una familia . «Colaboramos a nivel de caridad con ellos, con el alquiler del piso que ceden a los familiares de los pacientes que están en la UCI. Tienen detalles preciosos con el broche que nos regalaron, que es un corazón, y que se lo ponemos en diciembre a la Virgen. Y nos ha regalado un banco de la capilla. El compromiso es muy importante. Yo he sido rey mago en el belén solidario que organizan y la hermandad colabora en todo lo que puede con ellos», cuenta Gonzalez.
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