La rehabilitación del cuartel de Artillería será el eje del nuevo barrio de mil viviendas en Sevilla
El antiguo edificio central será recuperado como un equipamiento público, pero será el Ayuntamiento de Sevilla quien decida cuál será su uso definitivo
El Consejo de Ministros aprobó ayer la licitación del proyecto de urbanización, con unas obras que durarán 23 meses y costarán 17 millones de euros
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La expansión urbanística y residencial que experimentará Sevilla hacia el Sur en los próximos años con la construcción de nuevas promociones de viviendas en Palmas Altas, Pítamo o Cortijo de Cuarto pone ahora sus miras en los suelos de los cuarteles del ... Antiguo Regimiento de Artillería Daoíz y Velarde. Estos terrenos de más de 14 hectáreas de extensión, situados entre la SE-30 y la avenida de Jerez, acumulan más de tres décadas de abandono en la búsqueda de un proyecto que permita su definitiva puesta en valor, algo que ahora se hará realidad con la ejecución de casi un centenar de nuevos residenciales que, a diferencia del resto, serán en régimen de alquiler y con precios mucho más asequibles.
El Gobierno de España –propietario de estas parcelas– y el Ayuntamiento de Sevilla llevan casi un lustro trabajando en común para intentar dar forma a este proyecto, sin que hasta este momento se hayan producido avances reseñables más allá de su propio desbloqueo. Sin embargo, ayer el Consejo de Ministros dio un paso definitivo de cara al futuro de estos terrenos con la aprobación de la licitación del proyecto de reurbanización, llamado a sentar las bases de los desarrollos urbanísticos necesarios para que a medio plazo se pueda iniciar la construcción de estas viviendas. Pero además de la creación de este nuevo barrio, la propuesta reserva un papel esencial para el que fue el edificio principal de estos antiguos cuarteles. Será el eje que vertebre la estructura de estos residenciales y, junto a ello, está llamado a convertirse en un gran equipamiento que resuelva las carencias del entorno.
El objetivo de esta actuación es preservar este elemento arquitectónico que realizó José Pérez Reina en 1928 y que está considerado como un referente patrimonial en su estilo eclecticista. Para ello, la intención de los promotores es que se recupere como un espacio destinado a servicios terciarios, que esté adaptado a las necesidades de este nuevo barrio y que, en un futuro, se configure como el principal exponente visual de este desarrollo urbanístico. Queda claro entonces que el edificio tendrá una segunda vida como equipamiento de carácter público, estando su adaptación a centro cívico como una de las alternativas que están sobre la mesa en estos momentos. Aún así, la decisión definitiva la debe tomar el Ayuntamiento de Sevilla cuando la transformación de estos terrenos sea una realidad más tangible.
Así será el nuevo barrio
Para llegar a este punto, el Consejo de Ministros del Gobierno de España dio ayer un paso fundamental con la aprobación de la licitación del proyecto de urbanización de los terrenos, que tendrá un plazo de ejecución de 23 meses y contará con un presupuesto de 17 millones de euros. Esta actuación, desarrollada a cargo de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes), adscrita al Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, permitirá la adecuación de los terrenos y sus viales para la construcción futura de casi un millar de nuevas viviendas. De ellas, un total de 853 se destinarán al Plan de Vivienda Asequible (PVAA), mientras que las restantes corresponden a una de las parcelas que han sido cedidas al Ayuntamiento de Sevilla.
En concreto, las obras que ahora se adjudicarán conllevarán la ejecución de los movimientos de tierra necesarios, pavimentación e instalación de las redes de abastecimiento, saneamiento, energía, alumbrado público, gas y telecomunicaciones que se contemplan, así como sus conexiones con el resto de servicios generales de la ciudad. Fuentes del Ministerio aseguran que estos trabajos son compatibles con la edificación de las viviendas, que podrían comenzar a partir del mes número 15 a contar desde que empiece a desarrollarse el proyecto de urbanización del entorno. Es decir, con el año 2026 ya iniciado.
El diseño aprobado prevé la configuración de un nuevo barrio sostenible en el que se ponga en valor el uso responsables del agua. Para ello, se incluirá un drenaje que permite la filtración del agua de lluvia y el riego de las zonas verdes a través del excedente que se acumule en un gran depósito. También habrá espacios de sombra natural, con la plantación de arbolado y la adecuación de pérgolas, así como itinerarios peatonales y carriles bici que convivirán con los que se habiliten para los vehículos. El nuevo barrio también dispondrá de parques infantiles, tanto en la plaza central como en zonas verdes, incorporando en su diseño un área deportiva, con pistas de baloncesto y petanca.
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