Miguel Poveda abre en una casa donde vivió Lorca un centro cultural para honrar su figura
El cantaor asegura que es un gesto «de amor y gratitud» hacia el poeta granadino, que pasó allí parte de su adolescencia tras residir en Fuente Vaqueros
Miguel Poveda: «A Federico le molestaría el uso político que se ha hecho de su figura»
En esta manzana de la Acera del Darro se ubicará el centro cultural auspiciado por Poveda
Como tantos otros flamencos, el cantaor Miguel Poveda es un enamorado de la figura de Federico García Lorca. Y quiere demostrarlo abriendo un centro cultural consagrado a su figura en una casa en la que el poeta habitó, que está en el centro de Granada y a tiro de piedra de varios sitios lorquianos, que así se les conocen en la ciudad.
A través de sus redes, Poveda ha anunciado «el nacimiento y la creación de este Centro Cultural Federico en Granada», que, según ha explicado, «nace de manera casual (o no), corresponde »a un gesto de amor y gratitud« hacia el poeta y se crea »desde la más absoluta y noble intención de devolver a Federico, Granada y sus visitantes, parte de la historia de nuestro poeta más universal que estaba, en cierta manera, incompleta para los ojos del mundo«.
El centro cultural, que podría ver la luz el próximo mes de abril, se ubicará en el número 50 de la Acera del Darro, en un local que formó parte de una vivienda de la familia García Lorca desde 1909 hasta 1916. Así se mostrarán, ha precisado, «los primeros años de un adolescente que vio de repente urbanizada su infancia campesina» en Fuente Vaqueros y en la casa de veraneo de Valderrubio.
Entre las que tuvo en Granada -la más conocida estaba en la Huerta de San Vicente y ahora es un museo- Poveda ha destacado que la que ahora adquiere «es la que dejó más recuerdos en Federico por diversas razones, entre otras porque son esos años de adolescencia los que acusan mayor huella en su obra«.
En el centro cultural, ha subrayado el artista, «queremos marcar un punto de partida para mostrar a Federico en su ciudad, la que vio nacer el despertar del músico, poeta, dibujante y dramaturgo, trazando así una ruta que transita entre las dos aceras en las que vivió, la del Darro y la del Casino, y en las que tuvo a su alrededor toda la inspiración y los estímulos que le llevarían a ser el genio que fue y que sigue siendo«.
Ha mencionado la cercanía del café Alameda -El Rinconcillo-, los cafés cantantes, la Plaza Mariana Pineda, el antiguo Teatro Cervantes, en el que vio por primera vez a Margarita Xirgu, el Café Suizo -ahora convertido en un restaurante de comida rápida- la imprenta y librería que publica su primer libro, 'Impresiones y paisajes', así como la casa de su primer maestro de piano, Antonio Segura.
«Son lugares cercanos a este centro cultural que un día fue su jardín de juegos, infancia, adolescencia y que ahora recobran vida para devolver esos años de Federico en Granada y a Granada a su Federico«, ha apostillado.
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