cultura
Francisco Gabriel Zurera, escritor: «Mi último libro es una historia en Aguilar donde celos y odio culminan en un horrible crimen»
El autor aguilarense narra en 'Serás sangre y vergüenza' en toda su crudeza un dramático suceso que vivió el municipio a principios del siglo XX
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El historiador y escritor aguilarense Francisco Gabriel Zurera ha publicado una nueva obra, 'Serás sangre y vergüenza',en la que se narra en toda su crudeza un crimen que se perpetró en Aguilar a principios del siglo XX. El propio autor cuenta a ABC en esta entrevista los entresijos del libro que supone ya su cuarto trabajo en el mercado.
-¿Cómo surge la idea de contar esta historia?
-Soy historiador y estoy realizando un trabajo junto al cronista de Aguilar, Diego Igeño, para descubrir los casos de violencia doméstica en la población. Cuando me encontré con este suceso leyendo la prensa histórica del momento me pareció tan espeluznante y brutal que no podía dejarlo pasar. Empecé a darle vueltas y a construir una narración muy fiel a la realidad.
-Sin desvelar mucho, cuéntenos algunos pilares de la trama.
-Es una novela que se desarrolla a través de la mirada de un hombre y dos mujeres. Son Dolores, Josefa y José. Las dos mujeres son madre e hija y conforman un triángulo con José en el que los celos descarnados, la pasión, el odio, los secretos que vienen incluso desde antes de nacer se materializan en un crimen brutal y horrendo en el que ellos son los protagonistas.
-¿Dónde transcurre la historia?
-En Aguilar de la Frontera, que es mi pueblo de nacimiento. Me plantearon la posibilidad de poner un nombre ficticio a la localidad. Pero pensé que si la gran Dolores Redondo ha situado en un pueblo de Navarra una trilogía como 'El guardián de lo invisible' por qué mi pueblo no iba a poder ser escenario de una novela. El pueblo, sus calles, sus negocios, sus personas y personajes.
-Además, todo descrito al detalle casi para visualizar escenas y lugares ¿no?
-Hay lectores que al leer las descripciones de lugares como las iglesias me han dicho que han sentido estar dentro y que casi podía verse. Incluso al describir comidas ha habido quien me ha comentado que les han llegado los olores. Esto me cautiva y me llega al alma.
-Una terrible historia situada en el mundo rural…
-La crónica negra de los pueblos ha quedado muchas veces enterrada por las arenas del tiempo. Estudiando este tema se pueden descubrir crímenes horribles que la gente ha olvidado. Realizados además con una brutalidad pasmosa. Muchos de ellos crímenes de género que nos dejan sobrecogidos.
-¿Cómo reaccionaban los ciudadanos de aquella época a estos acontecimientos?
-Desgraciadamente se veía quizá con mucha normalidad. La gente se impactaba pero no como nosotros ahora. Era como si aceptaran lo que pasaba porque formaba parte del destino de estas personas. Los culpables, a veces, después de juicio quedaban pronto en libertad. En el caso de crímenes contra mujeres el hombre se sentía con total impunidad porque las mujeres estaban supeditadas a sus deseos y tenían que vivirlo con resignación.
-Para ser tan fiel a la realidad, ¿cómo se ha documentado?
-Buscando hasta el último detalle en prensa histórica y leyendo el sumario del juicio en la audiencia provincial de Córdoba con todas las pesquisas en torno al caso.
-Con la visión actual, ¿qué choca más de aquella sociedad?
-La facilidad con la que se usaban armas blancas, revólveres y escopetas. Y me duele que hoy en día estemos retrocediendo en este aspecto porque hay muchos casos de violencia en el seno de las familias de nuevo. Y no creo que sea porque la historia sea cíclica sino porque el ser humano tropieza mil veces en la misma piedra.
Un recorrido por Aguilar
-¿Cómo era el Aguilar de aquellos años?
-Un pueblo eminentemente rural. Sin industria y con una base trabajadora muy grande. La tasa de analfabetismo altísima. Sus habitantes sobrevivían con el trabajo en el campo y con unas familias muy numerosas. El epicentro de la novela es la calle Calvario. Por aquella época la mayoría de los vecinos de esta calle vivían en chozas.
-¿Qué lugares se pueden visualizar en la novela?
-Se hace un recorrido por buena parte del pueblo. Por donde se movían sus protagonistas. Desde la calle Calvario hasta la actual calle Moralejo, la plaza de San José, el paseo de la Membrilla o San Cristóbal. Hago referencia a conocidos médicos por su nombre y también hago un guiño a algunas tabernas o a la emblemática fuente nueva en la calle Ancha.
-¿Cómo era la familia de los protagonistas?
- Muy disfuncional. Con una madre que está casada pero que no quiere al marido. Una hija que está entrando en la adolescencia y que tiene impulsos humanos que quiere experimentar. Y un hombre soltero y de buen ver que hace y deshace cuánto quiere. Llega un momento que se aprovecha de las dos mujeres. En los tres personajes se destila mucho odio y mucha maldad. Por eso no me gustaría identificarme con ninguno.
-¿El novelista experimenta sensaciones diversas al escribir?
- Yo con esta novela lo pasé muy mal al describir el momento del crimen. Hasta el punto de que me puse muy nervioso, tuve que levantarme de la silla y salirme de la habitación. Llegué a imaginarme los sonidos, la respiración, el sudor, los nervios…Llegaron a removerme por dentro.
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