REPORTAJE
Fepamic, de las cajas de refrescos del centro cívico al pistón laboral en Córdoba
La Federación agrupa a 34 asociaciones de discapacitados que suman más de 5.000 socios: todo empezó hace 35 años con reuniones en una sala de la calle Motril
Fepamic celebra su 35 aniversario con un congreso sobre empleo en Córdoba
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Tomás Expósito era carpintero y un día sufrió un accidente mientras trabajaba que le provocó una minusvalía seria en sus extremidades inferiores, y que le incapacitó para seguir ganándose el pan con su profesión de siempre. Un abismo se abría a sus pies y cuando parecía que su vida iba a encallar se le cruzó en el camino la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Córdoba (Fepamic), en la que encontró otro horizonte laboral: empezó hace veintitrés años como conductor del servicio de transporte adaptado de la entidad y hoy es el coordinador de este dispositivo, encargado de recoger en sus domicilios a los beneficiarios del centro de día de la asociación, situado en El Tablero, y de llevarlos de vuelta a su casa al final de la jornada.
«A mí, Fepamic me cambió la vida, porque no esperaba encontrar otro trabajo después de lo que pasó. Fíjese lo contento que estoy que no me quiero ni jubilar», asegura el hombre, de 64 años, al frente de una flota de veintidós furgonetas de 3.500 kilos de peso. «Y, además, tener un puesto de trabajo en el que hago algo que me gusta mucho, que es conducir; aquí todo es muy gratificante, me siento como en casa», suscribe este componente de la plantilla de Fepamic, formada en la actualidad por 700 empleados.
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El sello solidario concebido para la asistencia a las personas con problemas de movilidad y de salud cumple ahora treinta y cinco años, y lo celebra con un amplio programa de actividades que presentó hace dos días en el Palacio de Viana bajo el epígrafe de 'Siempre Contigo'.
Ha llovido, mucho y bien, para que floreciera esa semilla que los responsables de cuatro organizaciones —Asociación Cordobesa de Parálisis Cerebral (Acpacys), Asociaciones de Lucha contra las Enfermedades del Riñón (Alcer), Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad de España (Frater) y la Asociación para la Plena Inclusión de las Personas con Discapacidad Intelectual o del Desarrollo (Asindi)— se pusieran de acuerdo para aunar esfuerzos en favor de los ciudadanos a los que representaban.
«Al principio se reunían en la calle Motril, en un centro cívico, y Antonio Hermoso, que fue el presidente fundador y que estuvo en el cargo veintiocho años, recuerda con frecuencia que se sentaban en cajas de refrescos porque ni siquiera tenían sillas», comenta Sara Rodríguez, que le sucede en el cargo desde 2016 después de haber sido su vicepresidenta.
El impulso fundacional
«El impulso fundacional fue el deseo de ser escuchados por las Administraciones para buscar soluciones a los problemas comunes, y tener claro desde el principio que la mejor manera de integrar a una persona en la sociedad era darle un puesto de trabajo», añade. La formación laboral, por tanto, fue la piedra angular de los inicios de Fepamic, pero costó encontrar el modelo para desarrollarla.
«Formábamos a los usuarios con esfuerzo... y no tardamos en darnos cuenta de que al poco de formarlos volvían a nuestras puertas», se extiende la presidenta. Así que el paso inmediato fue la creación de un centro de empleo protegido, que cristalizó en una empresa de limpieza y de servicios varios. Ahora, Fepamic agrupa a 34 asociaciones y tiene más de 5.000 socios: sus cinco centros de empleo suman 700 trabajadores, el 85 por ciento de los cuales son discapacitados, de acuerdo a las cifras facilitadas a ABC por Sara Rodríguez. «En todos estos años hemos hecho unos 12.200 contratos, casi uno al día, de los cuales 1.200 han sido indefinidos», se extiende.
La dedicación
Enriqueta Carmona es una de las beneficiarias del músculo laboral de la federación que asiste a las personas discapacitadas. De 51 años y con un problema de poliartritis crónico y escoliosis, lleva tres lustros como responsable del servicio de limpieza de Fernán Núñez, que está formado por cinco empleados.
«Gracias a Fepamic tengo un trabajo fijo desde hace diecisiete años: nosotros nos encargamos de limpiar las vías públicas, y el Ayuntamiento de cuidar los parques y los jardines», indica la mujer, con un hijo de 34 años.
«Estoy muy contenta: tengo mis pagas extra, mis vacaciones y me he librado de trabajar en el campo o en un bar por poco dinero. Me siento como si me hubiera tocado la lotería», se extiende.
Pero toda felicidad implica cierto grado de sacrificio, de renuncias. «Hay gente que por el hecho de ser discapacitadas se cree que tiene derecho a un sueldo sin trabajar casi, y duran poco. El resto, los que seguimos, estamos agradecidos y comprendemos que tenemos que trabajar los festivos o los domingos, porque forma parte de nuestra tarea», se explica.
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Además de la potenciación continua de la integración laboral, el gran salto adelante de la Federación aconteció en 2001, cuando inauguró su sede en María de Montessori y con ella la primera Unidad de Día, y luego en 2007, cuando abrió la residencia de la vecina Dolores Ibarruri.
«Otro de nuestros pilares es la Fundación», informa Sara Rodríguez. Esta división tiene como fin garantizar los derechos y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y en situación de dependencia, prevenir los factores que causan su exclusión social e impulsar la transformación social y económica a través de la innovación, la investigación y la coordinación con otras entidades.
«A través de la Fundación se pretende devolver a la sociedad parte de lo que generamos con proyectos como son los de Desarrollo Infantil o Havita; uas iniciativas que cuentan con el soporte de más de 50 empresas que integran REAC (Red de Empresas Altamente Comprometidas), cuyas aportaciones se destinan a mejorar la calidad de vida de los niños y niñas con discapacidad o a resolver situaciones de emergencia social», subrayan los responsables de Fepamic.
Salud
La salud es otra base de la actividad de Fepamic. «Nuestra clínica de fisioterapia y neurorehabilitación situada en Córdoba se centra en la atención y el cuidado personalizado del paciente con tratamientos totalmente personalizados e individualizados», porque «situamos a la persona en el centro de atención, realizando una valoración global desde el área de fisioterapia, kinesiología y osteopatía que da respuesta a todas las necesidades del paciente, y además, ofrecemos servicio de logopedia, psicología, terapia ocupacional que también forman parte de los programas de Desarrollo Infantil», detalla.
De otro lado, la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Córdoba es especialista en la recogida, el transporte, la destrucción y la certificación de archivos y datos confidenciales, y sus servicios están disponibles en las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla la Mancha y Extremadura. Por añadidura, la división de Saborea Mediterránea se centra en la fabricación y venta de platos de Quinta Gama destinados al canal Horeca. «Nuestra cocina lleva a cabo la preparación de todo tipo de platos, elaborados y envasados para su consumo con alimentos caseros de distinto tipo», suscribe el sello solidario.
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