Lucha contra el narco en Andalucía: juzgados saturados y una ley obsoleta complican una batalla que se está perdiendo
El movimiento antidroga pide a Europa que se siente a hablar con Marruecos, el principal productor de hachís del mundo
La Fiscalía Antidroga exige que se frene el creciente tráfico de 'coca' para evitar una espiral de violencia y corrupción en Andalucía
Los nuevos retos de la lucha contra el narco en Andalucía: más violentos y organizados
La cumbre europea de Interior y Justicia que se celebra este viernes en Cádiz, en la que además de España participan Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Países Bajos y Suecia, tiene además otro frente fundamental a analizar en esta lucha: el judicial. La batalla ... contra el narco se libra con unos juzgados saturados con medios insuficientes donde las causas se eternizan. Así lo constata año tras año la Fiscalía Antidroga en sus memorias y ha vuelto a denunciar, alto y claro, la Fiscal Antidroga de Andalucía, Ana Villagómez. Clama por más medios y por una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que estos delincuentes den con sus huesos en la cárcel y evitar las argucias que permite la legislación vigente.
Villagómez denuncia que las leyes actuales se han quedado obsoletas y que faltan de medios: «Las leyes necesitan cambiarse. Se pueden poner penas muy altas para las personas que trafican con drogas o llevan a cabo estas actividades delictivas pero, sin embargo, después la norma que lleva a cabo el procedimiento para conseguir esas penas es del siglo XVIII. Han ido haciendo parches pero necesitamos una reforma integral para que esto sea ágil porque nos encontramos con procedimientos que duran años y esto no puede ser. No conseguimos que avance la instrucción de las causas porque los juzgados están saturados, la Ley de Enjuiciamiento Criminal es muy antigua y hay muchísimas posibilidades de las defensas para recurrir. Este sistema no funciona para este tipo de casos tan complejos».
Las investigaciones contra el blanqueo de capitales de estas organizaciones también necesitan ser reforzadas. Es darle donde más les duele aunque se trata de un trabajo sumamente complejo.
Y por si fuera poco, otra alerta desde la Fiscalía Antidroga: el tráfico de cocaína va en aumento en Andalucía y da mucho más dinero que el del hachís, por lo que pide que se le ponga freno o conllevará «problemas mucho más graves de violencia y capacidad de corrupción».
Otra tarea pendiente
Hay otro apunte necesario ante la cumbre de Interior y Justicia que se celebra hoy en Cádiz: «Que se sienten con Marruecos, que el narcotráfico se para desde las dos orillas, desde donde parte y desde donde llega». Es lo que le pide Francisco Mena, presidente de la coordinadora antidroga Alternativas del Campo de Gibraltar a los ministros de Interior y Justicia que se reúnen hoy.
Reclama así que se establezca un diálogo entre Europa como territorio receptor de la droga y Marruecos, como principal productor de hachís del mundo. «El diálogo se tiene que dar con la Unión Europea y no ser una negociación bilateral entre España y Marruecos porque lo que se ve aquí es la punta del iceberg del narcotráfico», sostiene Mena en referencia a las narcolanchas que llegan por el río Guadalquivir o el Estrecho de Gibraltar. Recuerda, además, que «el destino final» de esa droga son precisamente los mercados europeos.
Francisco Mena considera por tanto que dicha cumbre «es una oportunidad» para que España explique «el gran trabajo que están haciendo» en la provincia de Cádiz Vigilancia Aduanera, Policía Nacional y Guardia Civil, además de visibilizar «el riesgo que corren», recordando que hay agentes que fallecen en «accidentes colaterales» y en acontecimientos como los ocurridos en Barbate hace un año.
Para este activista contra el narcotráfico, que los ha combatido en primera persona, es necesario que España estreche la colaboración con el resto de países europeos, fundamentalmente en las investigaciones y en el flujo de información, ya que como apunta, «las grandes organizaciones criminales» dedicadas al narcotráfico que no están asentadas en España se encuentran en Suecia, Holanda o Reino Unido, países receptores de la droga que se cuela por el Estrecho de Gibraltar, el litoral andaluz y, ahora también, el río Guadalquivir.
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