elecciones europeas
Gil-Robles: «Votar a los extremistas de la UE es un ejercicio estéril»
Los ex presidentes del Parlamento Europeo Gil-Robles y Barón Crespo, y el ex comisario Marcelino Oreja, comparten su preocupación ante las próximas elecciones europeas en una mesa redonda en Madrid

¿Serán las próximas elecciones europeas una oportunidad para los extremismos que parecen progresar en algunos países de la Unión? La cuestión, debatida ayer en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid por dos ex presidentes del Parlamento Europeo y un ex miembro de la Comisión Europea, incidió en una de las cuestiones más delicadas de los comicios de mayo: el temor a una participación aún menor que dé alas a opciones antieuropeas «y a veces antidemocráticas».
Ramón Pérez-Maura, presidente del Comité Español por la Unión Paneuropea, organizadora del evento, subrayó en la presentación el peligro de «un voto de protesta por la crisis que permita a los enemigos de la idea europea tener un altavoz en el Parlamento». Para el ex presidente de la Eurocámara, Enrique Barón Crespo, «los grupos antieuropeos no son alternativa, por su dificultad para hacer grupo», pero esa circunstancia «no debe llevarnos a bajar la guardia: es preciso el contraataque».
José María Gil-Robles, también ex presidente del Parlamento Europeo, alertó sobre el proyecto de los nacionalistas franceses, británicos e italianos: «Quieren otra Europa, pero son Europas distintas en cada caso, y votarles va a ser estéril». El ex comisario Marcelino Oreja, por su parte, restó trascendencia a un eventual avance de los extremistas y populistas, y vaticinó que «los populares y los socialistas seguirán constituyendo los grandes bloques».
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