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La estrecha y poco conocida relación de Velázquez con Viena

Gran parte de los cuadros del genial pintor sevillano sobre la rama española de los Habsburgo pueden admirarse en el Museo de Historia y Arte de Viena (KHM)

Sala española del Museo de Historia del Arte de Viena (KHM)

Javier Carrión

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez nunca estuvo durante su azarosa vida en Viena, pero si hoy queremos buscar en el mundo el lugar más recomendable para descubrir la más brillante huella del pintor sevillano, y nos 'olvidamos' del Museo del Prado de Madrid, encontramos la respuesta en la capital austriaca. ¿Por qué? Por una simple razón numérica. La pinacoteca madrileña guarda bajo sus muros cincuenta obras del pintor, pero el Museo de Historia del Arte de Viena (KHM) cuenta entre sus fondos con una docena de piezas originales del artista correspondientes a su última etapa creativa.

Justo cuando la Corona española, encabezada por Felipe IV, entraba en bancarrota y se sentía acorralada por las guerras contra franceses, ingleses y portugueses, Diego Velázquez enfilaba su última etapa pictórica después de haber triunfado en la corte papal en 1650. Al pintor le atraía poderosamente la figura de Felipe IV , el último rey de los Habsburgo que había dirigido una política de España como superpotencia antes del declive definitivo del Imperio. Y Velázquez recibía muchas peticiones de la Corona, sobre todo retratos, para plasmar la imagen del monarca y de las infantas antes de que naciera su hijo varón, Felipe Próspero, fruto de su matrimonio con Mariana de Austria en 1650. El niño, que también fue retratado por Velázquez, falleció prematuramente con solo tres años y cinco días antes del nacimiento de su hermano menor el príncipe Carlos, el futuro Carlos II , último rey de la dinastía de los Habsburgo en España. Esa irrupción en la corte de Mariana de Austria y el nacimiento de príncipes e infantas obligó a multiplicar el número de retratos y poner en marcha un activo taller bajo la supervisión del maestro sevillano.

Rumbo a la Corte vienesa

Estos retratos de Velázquez, pintor de cámara de Felipe IV, eran enviados a la corte vienesa a modo de cortejo, como en el caso de la infanta Margarita, protagonista del célebre lienzo de 'Las Meninas' cuando había cumplido cinco años, antes de contraer matrimonio con su futuro marido Leopoldo I, tío carnal, y convertirse en emperatriz consorte del Sacro Imperio Germánico. Los novios se vieron por primera vez después de su boda, pero el pintor había retratado a Margarita durante varias etapas de su vida y realizó su último cuadro un año antes de encontrar la muerte en Madrid en 1660. La vida de Margarita fue muy desdichada al ser utilizada como pieza política para conciliar estrategias y acuerdos que permitían concebir la armonía entre poderosas casas regidas por monarcas masculinos. Al casarse con el hermano de su madre, su destino era traer al mundo un varón para asegurar la sucesión, y al cumplir los 16 años alumbró a Fernando, que fallecería antes de cumplir el año de edad. Dos años después nació su hija María Antonia, prometida de Carlos II aunque el matrimonio no llegó a consumarse, y al año siguiente volvió a dar a luz a un varón que fallecería a los pocos días. En 1672 la emperatriz Margarita moría a los 21 años de edad , a consecuencia de secuelas del complicado parto de su cuarta hija, que tampoco sobrevivió.

Soberbio interior del Museo de Historia y Arte de Viena, KHM

La galería española del KHM

Gran parte de esa producción velazqueña de la rama española de los Habsburgo se puede admirar hoy en el Museo de Historia y Arte de Viena (KHM) , un lujoso edificio en la plaza vienesa de María Teresa que maravilla al entrar en él por la escalera de acceso que exhibe pinturas de Gustav Klimt, Ernst Klimt, Franz Matsch, Hans Makart y Mihály Munkácsy. Ya en el interior puedes descubrir una de las más espectaculares pinacotecas del mundo con las mejores colecciones mundiales de Rubens y de Brueghel el Viejo, además de magníficas obras de arte de Durero, Rembrandt, Tintoretto, Rafael Sanzio, Tiziano, Giuseppe Arcimboldo, Caravaggio y Vermeer.

Todas esas piezas se despliegan en la primera planta y en la sala X se halla la colección española con nueve cuadros expuestos de Velázquez : tres de la infanta Margarita, a las edades de tres, cinco y ocho años con vestidos rosa, blanco y azul, dos del Rey Felipe IV, uno de la Reina Isabel de Francia (primera esposa de Felipe IV), uno del infante Felipe Próspero, y uno de la infanta María Teresa y otro del príncipe Baltasar Carlos, hijos ambos del primer matrimonio del monarca. En 2014 el KHM organizó la mayor exposición dedicada a Velázquez en un país de habla alemana. El museo nunca le había dedicado una muestra monotemática al pintor y resultó todo un éxito desde su inauguración a la que asistió la Reina Letizia y gracias también a la colaboración del Museo de Prado de Madrid.

La estatua de Velázquez

Estatua de Velázquez en el Museo Albertina Modern

La presencia de los lienzos de Velázquez en el museo vienés es un acicate para los admiradores del pintor sevillano, pero su huella en la capital austriaca está presente también en el Künstlerhaus, la antigua Casa de los Artistas, convertido recientemente en el nuevo Museo Albertina Modern . La figura del maestro aparece en la fachada principal del edificio acompañada por las de Leonardo Da Vinci, Tiziano y Bramante. La estatua de mármol, a la derecha del grupo, fue realizada por el artista Anton Brenek y en ella se ve al pintor vestido con su capa luciendo la Cruz de Santiago, la preciada insignia de caballero otorgada por Felipe IV. Fue inaugurada en 1909 y mira hoy hacia la popular Karlsplatz de Viena .

Más información: Turismo de Austria .

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