Las cererías no dan abasto por el crecimiento del número de nazarenos en Sevilla
Muchas hermandades están aumentando sus pedidos en varios cientos de cirios respecto a años anteriores
Los cereros se quejan de la poca antelación de los voluminosos encargos al ser un trabajo artesano
Una decena de cofradías supera ya los dos mil nazarenos en la Semana Santa de Sevilla
Programa de la Semana Santa de Sevilla 2025

El notable incremento de los cortejos que vienen experimentando las cofradías sevillanas en los últimos años tiene su repercusión directa en aspectos colaterales como el del abastecimiento de cera. Los números de velas que cada hermandad encarga a las cererías para suministrar a su ... cuerpo de nazarenos en Semana Santa están aumentando de forma proporcional al sensible crecimiento de las nóminas, provocando la saturación del trabajo de los cereros.
Si una hermandad tiene una estimación de trescientos nazarenos más que el año pasado de cara a su estación de penitencia, el pedido crece en trescientos cirios, algo que suele comunicar en fechas muy cercanas a la propia Semana Santa, como las actuales, lo que deja poco margen de maniobra a los negocios que se dedican de forma manual y artesana a esta labor.
Así lo manifiesta Manuel Sánchez, dueño de la cerería La Esperanza, que sólo en Sevilla capital abastece a más de 40 cofradías. Después de una Semana Santa lluviosa como la de 2024, en la que muchas hermandades no salieron a la calle y los cirios se quedaron sin estrenar, podría pensarse que estas no necesitarían nueva cera de cara a sus estaciones de penitencia de este año. Sin embargo, desde el negocio con sede en el municipio aljarafeño de Umbrete contactaron en octubre a las hermandades, tanto de Sevilla como de otros puntos, para conocer sus necesidades. La mayoría respondió que no necesitaban nada, que lo tenían todo controlado. Los cultos externos realizados durante estos meses, no obstante, han diezmado los cirios de las corporaciones, que han ido utilizándolo en sus rosarios de la aurora, vía crucis y traslados.
Los encargos crecen hasta un 25%
Por eso, ahora, a mitad de Cuaresma, se han levantado muchos teléfonos para hacer nuevos encargos de 200, 300 o 400 cirios en varios casos, superando todas las previsiones de los cereros. «Nosotros hemos hecho nuestro trabajo, pero ahora nos vemos desbordados, cuando esto se podría hacer con tranquilidad durante el año».
El regente de la cerería La Esperanza hace hincapié en el carácter artesanal de su producto: «Esto está hecho a mano, no es una máquina que multiplica automáticamente las velas». El aumento en la cantidad de cera, además, es sostenido año tras año, una tendencia que viene dándose desde antes de la pandemia y que se acentúa cada Cuaresma, como puede comprobarse atendiendo a las cifras, con una decena de cortejos que superan los dos mil miembros.
Subidas «bestiales» tanto en hermandades más grandes y populosas como en otras que no lo son tanto pero también van superándose cada año en hermanos y, por tanto, también en nazarenos, con incrementos que en algunos casos llegan al 25% o que suman varios cientos de cirios por cofradía y año, situación muy diferente a la de hace unos cuantos años: «Antes, los cambios eran 50 cirios más o 30 menos» A todo esto hay que sumar los cultos cuaresmales que llevan numerosos cortejos de hermanos de luz, que en algunos casos rondan el medio millar de cirios, más que algunas cofradías pequeñas.
Mucho trabajo en poco tiempo
El proceso de elaboración de los cirios tiene un trabajo minucioso de personalización que incluye tanto el color concreto de los mismos como los tacones que van indicando el tramo, los números de los mismos y los escudos, de tal forma que muchas hermandades reciben su cera para Semana Santa totalmente lista para repartirse entre los integrantes de los cortejos.
Sánchez confiesa que afrontan estos importantes encargos de última hora «echando horas por un tubo e intentando hacerlo lo mejor posible y sin dejar a nadie atrás». La suma de todos los aumentos en los pedidos puede ser descomunal. De hecho, si 40 hermandades subieran en 300 cirios, serían 12.000 más en total.
No obstante, Sánchez señala que el problema de esta situación no son los encargos tan abultados, sino el poco tiempo disponible para darles salida: «Nosotros con los encargos grandes estamos encantados, porque yo estoy aquí para vender velas, pero no para perder la salud y tener que hacerlo todo a última hora». Por todo ello, apunta que, si este crecimiento se mantiene, habrá que cambiar la forma de organizarse, comunicando las hermandades sus pedidos con varios meses de antelación.
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