Torta de nata gallega

Para 6 1.5€/pers. 290kcal/100g

El mundo de la repostería es una de esas cosas por las que merece la pena vivir. Un buen postre con chocolate arregla cualquier día torcido, una tarta bien hecha saca una sonrisa a cualquiera, un bizcocho rico te quita todos los males del cuerpo… ¡Que viva el dulce! Pero, en el mundo de los postres, hay ciertas recetas que merecen estar en cualquier recetario que se precie: los dulces tradicionales.

La receta que hoy os traemos pertenece a esa categoría, más concretamente a los dulces tradicionales de nuestra querida Galicia. La gastronomía dulce de este rincón del norte siempre es una opción deliciosa: tarta de Santiago, cañas fritas rellenas de crema, filloas de leche… sólo de nombrarlos ya se nos hace la boca agua.

En el caso de hoy, os traemos una delicia con un inconfundible sabor a nata: la torta de nata gallega. Este postre ofrece una textura esponjosa junto a un relleno de nata que es inconfundible para cualquier paladar. En cuanto lo probéis, no vais a poder olvidarlo.

Preparación de la torta de nata gallega

1. El primer paso para comenzar nuestra torta de nata gallega será juntar y mezclar bien la harina de trigo y la levadura de panadería en polvo. Lo hacemos en un bol grande o recipiente amplio.
2. En un bol aparte, vertemos la leche y añadimos 60 g. de azúcar. Mezclamos bien. Seguimos con el huevo ya batido, la mantequilla con textura “pomada” (la sacamos de la nevera con tiempo) y la pizca de sal. Volvemos a mezclar, para que quede todo bien integrado.
3. En el bol con la harina, hacemos un hueco en el centro y vertemos la parte de líquidos. Comenzamos a mezclar con la ayuda de una cuchara, para ir integrando todo poco a poco.
4. Conforme vayamos mezclando, veremos que la masa se despega de las paredes y comenzaremos a tener una bola que podamos manejar decentemente.
5. Una vez tengamos la masa bien mezclada, la trabajaremos durante unos diez minutos. Tenemos que obtener una masa lisa y homogénea. Cuando la tengamos lista, la introduciremos en un bol y la taparemos con un paño de cocina dejando que fermente a temperatura ambiente (unos 20 grados) una media hora.
6. Tras la media hora, colocaremos la masa sobre papel de horno y la vamos estirando manualmente. Tenemos que lograr una forma circular, de un centímetro y medio aproximadamente de alto. Una vez hecho, dejamos reposar de nuevo la masa a la misma temperatura.

Cobertura de la torta de nata

1. Aprovecharemos mientras fermenta la masa, para preparar la cobertura de la crema de nata. El proceso es muy sencillo: colocamos la nata en un cazo a calentar y agregamos 50 g. de azúcar.
2. Ponemos a fuego medio y vamos cocinando y removiendo de vez en cuando, para que no se nos pegue al fondo. Tenemos que cocinar la nata hasta que reduzca. Debería adquirir un tono oscuro y ganar espesor. Cuando tengamos esa textura dejamos que enfríe.

Horneado y presentación final de la torta de nata

1. Una vez que haya pasado el tiempo de reposo de la masa, esta habrá duplicado su volumen. Vamos a destaparla y la vamos a colocar, cubierta en su base por el papel de hornear, en un molde redondo.
2. Precalentamos el horno a 180º C y, mientras tanto, vamos haciendo agujeritos con las yemas de los dedos en la superficie de la torta. Hay que tocar el fondo de la masa para lograr la forma adecuada.
3. Una vez el horno esté caliente, vamos a hornear la torta a 180º C con calor arriba y abajo durante 15 minutos aproximadamente. El tiempo de horneado puede ser menor dependiendo del horno, así que estad atentos.
4. Cuando veamos que la torta empieza a dorarse, debemos apagar el horno y sacar la torta para que se atempere. En caso de que los agujeros se hayan cerrado en el horneado, podemos ayudarnos del extremo de un cubierto para abrirlos de nuevo.
5. Cuando nos hayamos asegurado de que todos los agujeros están abiertos, vamos a pintar la superficie con la nata que habíamos reservado previamente con un pincel de cocina. Se trata de que la nata cubra toda la superficie de la torta con generosidad, para que se introduzca en los agujeros y le dé el toque de sabor perfecto.
6. Una vez hayamos empapado bien la torta en nata, dejamos atemperar al menos 1 hora. Finalmente, espolvoreamos azúcar glass por encima, para decorar y darle un plus más de sabor. Con esto, la torta de nata estará lista para ser degustada.

Como veis, la elaboración de este postre es súper sencilla. Con un poco de tiempo y la receta adecuada, se pueden hacer maravillas en el mundo de la repostería.

Si aun no os habéis quedado saciados con esta deliciosa torta, podéis probar a hacer nuestra receta de tarta de queso «La Viña», el tiramisú o la clásica pero deliciosa leche frita casera. ¡En el mundo del dulce no faltan las opciones!

Hemos trabajado 2 horas y 50 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?

60 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.

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Etiquetas: azúcar azúcar glass harina de trigo huevos leche mantequilla nata líquida sal

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